Estos son cinco de los mandatarios ecuatorianos que respetaron la libertad de expresión y mantuvieron buenas relaciones con la prensa. Ellos son recordados por esas acciones.
José María Plácido Caamaño
Período presidencial 1884-1888
José María Plácido Caamaño fue uno de los presidentes que representó el llamado progresismo, el cual marcaba la culminación de gobiernos opresores como el de Ignacio de Veintimilla. Aunque tuvo mano dura con sus opositores, como el entonces activista Eloy Alfaro, su presidencia estuvo marcada por el revivir de las bellas artes y de la prensa. En los cuatro años de mandato se abrieron 26 periódicos en todo el país. Luego de dejar Carondelet, siendo gobernador de Guayas en 1895, fue involucrado en el escándalo de la venta de la Bandera de Ecuador a Chile.
Antonio Flores Jijón
Período presidencial 1888-1892
Antonio Flores Jijón inició su gobierno liberando a 43 presos políticos del panóptico, concedió amnistía a los desterrados y escondidos y restableció las libertades públicas. Durante los cuatro años de Gobierno tuvo una relación amable con la prensa, aunque recibió fuertes críticas de periodistas como Manuel Calle y José de Lapierre, quien fundó en 1889 el diario La Reacción, de corte liberal radical y donde se cuestionaba a las políticas impulsadas por el régimen de Flores. Ante las críticas, el Mandatario fue respetuoso y debatió los ataques que recibía en los medios.
Galo Plaza Lasso
Período presidencial 1948-1952Galo Plaza Lasso fue uno de los representantes ecuatorianos que firmó la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en 1942, que marcaba el respeto a las libertades individuales. En ella se impedía cualquier violación a las libertades de expresión, prensa, opinión en todos los países miembros. En su presidencia guió con las líneas de respeto a esa carta mundial. Es considerado uno de los mejores administradores del área pública. Al terminar su presidencia fue un defensor de los países latinoamericanos en la ONU y presidió la OEA.
Clemente Yerovi Indaburu
Período presidencial marzo-noviembre 1966
Con país sumido en una crisis económica y política que había desbordado a la Junta Militar del 63, el guayaquileño Clemente Yerovi Indaburu asumió el poder de forma interina. Su misión fue clara y la cumplió al pie de la letra: conducir al país al orden democrático y sacarlo del caos económico. En su ejercicio no ordenó encarcelar a nadie. En su agenda no figuró el cierre de periódicos o radios. Ni siquiera respondió a insultos de los que fue objeto. Tampoco enjuició a quienes sostenían que no podía ejercer la presidencia, al acusarlo de no ser ecuatoriano de nacimiento.
Jaime Roldós Aguilera
Período presidencial 1979 -1981
Desde que asumió la presidencia, Jaime Roldós Aguilera enfocó su trabajo hacia el cambio en las políticas sociales, políticas y económicas. Su presidencia puso fin a las dictaduras militares y como parte de esta transformación apostó a la defensa de los DD.HH. En 1980, Roldós reunió a los presidentes deVenezuela, Colombia y Perú y propuso la firma de la Carta de Conducta , en la que se establecía como una obligación fortalecer la “libertad, la justicia social y la democracia mediante el cumplimiento del compromiso de aplicar los principios fundamentales establecidos en instrumentos internacionales”.
Desde 1979
León Febres Cordero
Retiró la frecuencia Canal Ortel. Los articulistas: Juan Cueva, Simón Espinosa y Patricio Moncayo fueron despedidos de sus puestos públicos por sus críticas. Fueron clausuradas las radios: Democracia, CRE, Huancavilca y Centenario.
Rodrigo Borja
Dispuso el cierre de radio Sucre porque la emisora dijo que su hermano supuestamente estaba involucrado en actos de corrupción.
Sixto Durán Ballén
Su Ley de Radiodifusión es cuestionada por incluir sanciones a la prensa. Cerró Radio Latacunga.
Lucio Gutiérrez
Mantuvo enfrentamientos con la prensa. Consideró proponer una ley para regular a la prensa.
PUNTO DE VISTA
‘Mi carrera nació libre’
Carlos Gallegos. Actor de cine y teatro
La carrera que he formado a lo largo de mi vida la he hecho a mi gusto. Esa es una de las cosas que he logrado hacer con total libertad.
He podido ir conjugando varios aprendizajes. En Quito (1998-2001) tuve la libertad de ir a varias escuelas, tuve muchas opciones para aprender clown, teatro, mimo, guitarra y creo que esas posibilidades que Quito me brindó me sirvieron par aprender con libertad, porque eso fue lo que sentí. Tenía posibilidad en tiempo y, además, disponibilidad para aprender todo lo que se me ocurría en ese entonces.
Con ‘La vuelta al mundo en 80 meses’ estuve trabajando en el exterior y dejé el país, pero fue el inicio de mi profesión con total libertad, porque estuve viajando, haciendo teatro y tal vez el único momento en que sentí obstáculos en la libertad fue en la frontera, pero no en Ecuador.
Lo sentí en otros países donde tuve que lidiar con problemas migratorios como tiempo y nacionalidad, por ser ecuatoriano, o sea por venir de un país del tercer mundo.
La libertad me ha dado la posibilidad de hacer diferentes cosas también en el país. Aquí aún no hay un movimiento grande de teatro como para sentir que ya no hay espacio y que ya no tengo la libertad de ejercer mi profesión porque no existan posibilidades de trabajo, ya que, hasta ahora, no ha sido así.
Esa es una de las cosas más importantes que he logrado sentir, que haciendo teatro he logrado construir una identidad. Hacer monólogos y viajar haciendo teatro es algo que nació desde lo personal y orgánico y no me he visto forzado a hacer o no hacer algo.
Por suerte no he tenido problemas en ejercer el oficio, pero en países como Francia ha habido procesos de creación teatral mucho más grandes y con más años, así que para ejercerlo se debe formar parte de un sistema. Digamos que necesité un tiempo más largo para ejercerlo en Francia que la forma en la que lo realizo en Ecuador.
Allá hay un proceso burocrático más largo, pero que también puede traer más beneficios. Es decir, que incluso podría tener un salario fijo.
Aunque ese papeleo no es un corte a la libertad, sí exige otras pautas para poderlo realizar de la forma en la que lo hago en Ecuador, pero que a la larga soy yo quien está haciendo mi carrera, aunque no tenga la misma seguridad que en Francia.