Un grupo de personas pertenecientes a organizaciones afroecuatorianas acudieron a la Plaza Grande, en el centro de Quito, para dialogar con el Presidente. Foto: Sara Ortiz/ EL COMERCIO
Un grupo de afroecuatorianos llegó a la Plaza Grande, frente a la Presidencia de la República, en Quito, a las 11:00 de este martes 1 de agosto del 2017.
Con cantos que elogiaban su cultura, sonidos de tambores y con carteles, pidieron más desarrollo para su pueblo. Esperaron durante 30 minutos bajo el sol, pues tenían la esperanza de ser recibidos en Carondelet.
Sus dirigentes les habían comentado que tendrían una reunión con el presidente Lenín Moreno, pero el Primer Mandatario no se encontraba. Al enterarse, varias personas expresaron su molestia. Fue necesaria la intervención de la Policía para evitar que se obstaculice la movilidad por la calle Chile, en el Centro Histórico de Quito.
Para Fredy Martínez, dirigente de la Federación Ecuatoriana del Pueblo Afro, la reunión con el Mandatario era importante porque tenían peticiones puntuales que hacerle en persona. Uno de esos pedidos era que se reforme el Decreto Ejecutivo 915, firmado en febrero del 2016, y se ordene la creación de una secretaría técnica para el decenio.
Ese Decreto reconoce a los afroecuatorianos como miembros activos de la cultura, la historia y el progreso del país. Sin embargo, para Girard Vernaza, rector de la Universidad Luis Vargas Torres, de Esmeraldas, el reconocimiento no es suficiente.
En el 2013, la ONU firmó una resolución en la que nombró el decenio del pueblo Afro, que comprenden políticas a favor de unos 200 millones de personas que se identifican como descendientes de africanos. Estas deben implementarse entre el 2015 y el 2024.
En esa resolución, la ONU recomienda a los Gobiernos tres aspectos para mejorar las condiciones de vida del pueblo afro: reconocimiento, justicia y desarrollo. “Todavía somos discriminados y no ocupamos cargos de influencia en la sociedad”, dijo Vernaza.
Para Aloya Borja, esta realidad social se iba a explicar al Presidente. Ahora, sus inquietudes serán entregadas por escrito uno de sus asesores, con quien mantuvieron una reunión.