Redacción Quito
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Las luces de las pantallas publicitarias, ubicadas en tres de las cuatro esquinas de las avs. Amazonas y Naciones Unidas, desconcentran la atención de Mario Zapata.
Este morador de la av. Granda Centeno tiene que circular en su auto todos los días por esa intersección, pues trabaja por el estadio Olímpico.
Para él, la instalación de una sola valla era suficiente en el sector. Las imágenes que proyectan las tres, sobre todo en la noche, no permiten, según él, que se concentre mientras conduce.
Artículos derogados
Numeral 7 del artículo II.244, refiere a prohibición de señalización de tránsito que contenga publicidad.
Artículo II.245, numeral 26, refiere a la prohibición a particulares para la publicidad fija de todo tipo de elementos de señalización turística y de tránsito.
Los numerales 6 y 7 del literal b) del artículo II.256 que se refiere a la utilización indebida de la licencia de publicidad exterior cuando afecte a la señalización de tránsito.
La Ordenanza 186, derogada en marzo del año pasado, especificaba que la distancia mínima entre medios de publicidad fija era de 200 m. Sin embargo, con el fallo constitucional de 2009, la Corte Constitucional resolvió “derogarla parcialmente por inconstitucional por el fondo”.
Lo que, según el Departamento de Inspección de la Zona Norte, ha permitido que durante los últimos 10 meses se coloquen vallas y pantallas LED, incluso sin los respectivos permisos. Tres de los ejemplos citados por los inspectores fueron las pantallas ubicadas en las avs. Eloy Alfaro y
De los Shyris, otra en la entrada del Centro Comercial Aeropuerto y una en la esquina de la plaza Foch.
Aunque en esta última, un colaborador (no quiso identificarse) de Gustavo Terán, dueño de la pantalla instalada sobre el local Azuca, en la Juan
León Mera y Foch, indicó que la empresa contaba con la autorización municipal. Al mostrar los papeles, el permiso caducó en febrero de 2009. El trabajador aseguró que los abogados de la compañía están tramitando los permisos para este año.
Mientras el Municipio resolvía una nueva resolución, el 17 de septiembre de 2009, el alcalde Augusto Barrera emitió una disposición. En ella dijo que hasta que no haya la nueva ordenanza de publicidad, no extenderían permisos ni se podrían colocar pantallas y vallas en el Distrito.
Por ese motivo, los inspectores del Cabildo solo han colocado notificaciones en las publicidades sin aval pero no han podido sancionar. Desde el mismo septiembre, la concejala Elizabeth Cabezas, presidenta de la Comisión de Suelo y Ordenamiento Territorial, realizó un taller junto con la Procuraduría del Municipio y la Secretaría de Ambiente.
En las dos citas invitaron a las empresas de publicidad para receptar opiniones con las cuales se pueda elaborar la nueva ordenanza. Según la Concejala, pidieron a las empresas que no instalaran mientras no se detallen las nuevas medidas. “Si a pesar de ello, las empresas han incumplido con esto, están estipuladas sanciones pertinentes”.
Para la Concejala es importante generar conciencia en la ciudadanía sobre la saturación de publicidad exterior en la ciudad, pues incluso puede afectar la seguridad vial. Sobre eso, la Secretaría de Ambiente presentó un informe de las afectaciones que causan este tipo de artículos.
Así indicó que las pantallas contribuyen al excesivo consumo de luz (por cada megavatio/hora generado, se emiten 0,56 toneladas de CO2. Eso contribuye al calentamiento global).
Además, señaló que la gran contaminación visual generada por ellos causa deterioro en la calidad de vida del ciudadano. Produce efectos nocivos a la salud como: estrés, fatiga ocular, dolor de cabeza, distracciones peligrosas (especialmente en la conducción), accidentes de tránsito…
Los términos de la nueva Ordenanza están en análisis legal en la Procuraduría Municipal, para luego ser discutida.