Aprender las formas no verbales de comunicación puede ayudarnos a establecer una primera buena impresión cuando conocemos a alguien. El contacto visual tiene consecuencias muy profundas en el establecimiento, desarrollo y mantenimiento de las relaciones. Es una forma muy significativa de comunicación no verbal y el poder comprender la psicología del contacto ojo a ojo puede darnos una gran ventaja en las relaciones que desarrollamos. Sin embargo, si usted no ha tenido jamás una idea de cómo funciona la comunicación no verbal, no se preocupe, todavía hay esperanza. “Si nadie le enseñó la importancia de dar una buena impresión a través del contacto visual, no es demasiado tarde para aprender”, dice Elizabeth Henning, coordinadora de comunicación en colegios y universidades, editora y escritora ‘freelance’ de temas relacionados con el comportamiento humano (Saint Louis, Estados Unidos).
“El contacto
visual frecuente y apropiado es vital para poder mantener una relación a flote”.Esta escritora ha investigado extensivamente el tema del contacto visual y ha llegado a la conclusión de que hacer o evitar ese contacto a través de la mirada cuando conocemos a alguien envía información inmediata sobre quiénes somos a quien conocemos. “Mirar a una persona directo a sus ojos mientras nos la presentan envía un mensaje que dice: ‘yo pienso bien de mí mismo/a y respeto lo que tú eres también’. La gente se siente atraída por ese mensaje no hablado. Sin analizar los temas de orgullo y de sentirse el centro del universo, necesitamos saber que un saludable sentido de autoestima nos convierte en personas deseables. Y tengan por seguro, una buen autoestima no es lo mismo que un egoísmo jactancioso. En realidad la autoconfianza y la seguridad en uno mismo, demostrada a través del contacto directo de una mirada, hace que la persona a la que estomas conociendo se sienta cómoda con nuestra presencia”, añade Elizabeth.
Por el contrario, si no miramos directo a los ojos de esa persona cuando la conocemos, ella, nosotros y quienes estén presenten nos sentiremos incómodos. Bajar la mirada hará que el extraño se pregunte ¿es esta persona tímida? ¿Nerviosa? ¿No confiable? ¿Tiene algo que ocultar? O quizá la persona que nos han presentado se quedará con una sensación de inseguridad en sí misma y se preguntará: ¿Hay algo que no le gustó sobre mí? ¿Acaso no soy atractiva/o? ¿No merezco su tiempo o su amistad? “Tú no tienes absolutamente control de la información que pudieras estar enviando debido a la falta del contacto visual. Probablemente el mensaje estará lleno de informaciones erradas sobre ti o de cómo te sientes al respecto. Una situación como esta es infortunada y completamente evitable. Con tan solo hacer contacto visual directo, añadir una sonrisa y una palabra de saludo conseguirás el inicio de una relación muy satisfactoria”, asegura Henning.
Añade que conocer gente y dar una impresión positiva es un primer gran paso, pero hay muchos más pues todas las relaciones necesitan crecer y desarrollarse y en ello el contacto visual ocupa un papel vital. “Toda la gente, niños y adultos, desean que les presten atención cuando hablan, pues esto les asegura el que su interlocutor les esté escuchando con sus oídos si ven que están también escuchando con sus ojos. Son los ojos los que le dicen que se le está poniendo toda la atención”, explica.
Sin embargo, siempre hay que tener cuidado porque nuestros ojos nos delatan y ponen nuestras emociones sobre el tapete. Recuerda que es difícil esconder el aburrimiento, la rabia, el dolor o la desesperanza cuando miramos directo a los ojos de alguien. Pero también recuerda que a través del contacto visual se pueden compartir sentimientos que son demasiado amplios y maravillosos para expresarse en palabras.
Contacto visual, sonreír y declaración verbal
Aparentemente es la combinación infalible aunque pudiera ser considerada algo atrevida y un poco complicada, pero cuando no hay a tiempo que perder en la búsqueda de la media naranja puede ser un verdadero talismán para el amor. Así lo confirma un estudio realizado con 230 hombres y mujeres a quienes se les pidió que miraran una serie de tarjetas que mostraban el rostro con diferentes expresiones de una persona que hacía contacto visual pero sin sonreír, otra que no hacía contacto visual pero sonreía, otra que ni hacía contacto visual ni sonreía y la última que hacía contacto visual y sonreía.
En esta investigación llevada a cabo por psicólogos de la Universidad de Aberdeen, Escocia, a los voluntarios que participaron se les pidió calificar el atractivo de cada rostro de las tarjetas antes mencionadas. Se encontró que este tipo de “signos sociales” que nos indican qué tanto gustamos a otra persona juegan un papel muy importante en la atracción de la pareja. Además, según los investigadores, lo que se encontró fue que la mayoría de los participantes consideraron que la cara más atractiva era aquella que los miraba directamente a los ojos y sonreía. Esto dio lugar a la conclusión final del estudio que indica que la atracción es la combinación de belleza natural con estos “signos sociales” que pueden ser el contacto visual, la sonrisa o la declaración verbal. “El estudio ha demostrado que lo que consideramos como gente atractiva está relacionado con la forma como estas personas se comportan con nosotros y con cuánta atracción parecen sentir por nosotros”, anota el doctor Jones, uno de los miembros del grupo investigador.
La combinación infalible sería el contacto visual, sonreír y declararse verbalmente aunque parezca algo atrevido, demasiado directo y un poco complicado pero, si no estamos dispuestos a perder el tiempo en quienes claramente no están interesados en nosotros habrá que seguir en la búsqueda.