Durante el día, los cuidadores de la calle Whymper aceptan contribuciones voluntarias. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Estacionarse en la vía pública en zonas concurridas de Quito tiene sus dificultades. En sectores como Bellavista abundan conos anaranjados que impiden el acceso libre a una plaza vacía.
Al bajar desde la calle González Suárez por la Bosmediano, unos 12 conos cubren el frente del edificio Jade. Una mujer que trabaja en ese lugar comenta que lo hicieron para evitar accidentes. Casos similares se ven en otros edificios de las calles Játiva, Guerrero, Giacomo Roca y Bossano, por ejemplo.
En otras vías, como la Unión Nacional de Periodistas, en Iñaquito, la avenida Whymper y la González Suárez, desde el Hotel Quito hacia el norte, es común encontrar personas que cuidan los autos.
En algunos casos reciben contribuciones voluntarias, pero en otros -dependiendo de la hora- entregan tiques a los conductores y les piden desde 50 centavos en adelante por cuidar el auto. En la noche y en la madrugada, tanto en esta zona como en La Mariscal, la tarifa sube hasta USD 3.
También tiene tarifa fija de un dólar el estacionamiento en la Mariana de Jesús, sobre la Occidental, por la afluencia de estudiantes de la Universidad Tecnológica Equinoccial. Allí, los cuidadores colocan baldes y solo los retiran tras negociar el pago por ‘vigilar’ el auto.
Una mujer que prefiere no identificarse relata que la mitad de ese valor es para ella y la otra para una señora que le dijo al grupo de cuidadores que tiene permiso de la Policía Nacional. Ellos, como otras personas que se dedican a esta actividad en la ciudad, usan chalecos verdes o tomates que llevan impresos sellos de la Policía o de instituciones municipales.
En ninguno de estos casos tienen una autorización, según la Agencia Metropolitana de Control. Su personal sanciona a quienes con este tipo de actividades u otras hacen uso indebido del espacio público. Según la Ordenanza 0201, la multa es de USD 100 y el valor se duplica para los reincidentes.
La ciudadanía puede enviar sus denuncias a través de la página web de la Agencia o mensajes a las cuentas de la institución en Facebook o Twitter. También pueden acercarse a las oficinas de la Agencia, en la calle El Sol y El Universo, en el norte de Quito.
Entre junio y julio pasados, la Agencia hizo operativos en la Catalina Aldaz y en la González Suárez. Se acercaron a los cuidadores y les informaron sobre la ordenanza y la necesidad de tener una autorización para actividades económicas en el espacio público. Lo que no está prohibido, según la Agencia, es recibir aportes voluntarios por esa labor.
Ese problema ya no existe en 21 calles y avenidas del hipercentro de Quito y en las siete de Cumbayá donde funciona la Zona Azul, de 08:00 a 18:00. Según Bolívar Muñoz, gerente de Terminales y Parqueaderos de la Epmmop, están disponibles 8 883 plazas en seis zonas.
Son lugares de estacionamiento rotativo tarifado y georreferenciado que se crearon para organizar el uso del espacio público y quitar el monopolio del cobro. 464 distribuidores han recibido capacitación para el uso de dispositivos POS, que emiten los tiquetes por un valor de 40 centavos cada hora, con un tiempo de uso máximo de dos horas. En zonas universitarias se puede permanecer cinco horas.
Ahora está por definirse un proyecto para aplicar el sistema de Zona Azul durante las 24 horas en sectores como La Mariscal, donde hay afluencia en las noches y madrugadas. La tarifa subiría, pero, según Muñoz, serviría para evitar los cobros indebidos y excesivos que ahora existen.
Para ubicar las zonas actualmente definidas y para las que están en proyecto se realizaron estudios de rotación, encuestas de disposición y un inventario. Este último revisa anchos de vía o espacios libres fuera de garajes, por ejemplo.
Actualmente, la gerencia tiene 70 pedidos de ampliación de la Zona Azul fuera del hipercentro. Están en la lista otras arterias viales como la Ajaví, La Jota y la Plataforma Gubernamental, en el sur.
En el norte la Naciones Unidas, el sector de La Y, la av. República, la zona de la Amazonas y Gaspar de Villarroel.