Redacción Sociedad
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Los profesores se convirtieron en alumnos. Hasta este viernes, 60 catedráticos de cinco universidades del país analizan nuevos sistemas para enseñar a los alumnos.
Sentados en grupos en el interior de las aulas A13 y A14 de la Universidad Salesiana (Quito), la mañana de ayer, los docentes revisaron la novela ‘Harry Potter’.
Uberto Cortez leyó un acápite de esa obra. “Me tocó una parte relacionada con el profesor Lupin, que enseña cómo aprender las cuestiones de la magia. Los alumnos esperaban que sea una clase tradicional, pero ese profesor les impartió algo práctico para que ellos pongan interés”.
Cortez tiene más de 30 años en la docencia y ahora pertenece a la Universidad Luis Vargas Torres de Esmeraldas. Tras terminar la primera jornada de ayer (12:00), él dijo que una forma para mejorar la enseñanza es que los estudiantes hagan cosas prácticas en el aula y que esas actividades sean de interés para ellos. “Al final de las clases se puede hacer una evaluación participativa y práctica, tal como se leyó en la novela”.
Claudia Lucía Ordóñez, profesora asociada de la Universidad Nacional de Colombia, es una de las instructoras. Ella dice que los profesores están acostumbrados a pararse al frente de los alumnos y transmitir todo lo que han aprendido, pero sostiene que eso no es adecuado. “No se aprende por transmisión de conocimientos”.
Por eso plantea que en las escuelas y colegios se formen grupos de alumnos, para que ellos discutan, debatan, opinen, consensúen y saquen conclusiones. “Ese debate no se practica. Somos malos para trabajar con otras personas, pero debemos cambiar”.
Betty Aymacaña llegó desde Pastaza. Es docente del Instituto Pedagógico Camilo Gallegos Domínguez y allí aprendió que una de las falencias que afectaba en los establecimientos era la memorización. “Eso ha cambiado en los últimos años. Ahora somos guías de los estudiantes, hacemos prácticas, analizamos documentos, comparamos, hacemos diferentes actividades y los alumnos sacan las conclusiones”.
En la tarde, mientras se realizaba la segunda jornada del día, la presidenta nacional de la UNE, Mery Zamora, pidió que también se capacite a los docentes agrupados en este gremio. “Queremos que sea una formación sostenida y no algo parche como se hace”.
La confianza entre el alumno y el profesor es otro punto analizado. El magíster Marcelo Paredes, del Instituto Superior Pedagógico Misael Acosta Solís, de Baños (Tungurahua), habló de la necesidad de “cambiar los esquemas mentales en el aula y las formas de trabajar”. Según el docente, los estudiantes “tienen que ser protagonistas de los aprendizajes y el profesor ya no debe ser el que proporcione las ideas e indicaciones, sino que nazcan de los chicos”.
Para el análisis de nuevos métodos de enseñanza se elaboró la denomina Guía del Instructor, Programa de Formación Continua del Magisterio Fiscal. El libro -dice un comunicado del Ministerio de Educación- da soporte a un proceso de reflexión permanente acompañado de otros productos que los maestros pueden revisar, aumentar y cambiar. Los profesores que participan en este encuentro se reúnen de 08:00 a 12:00 y de 14:00 a 18:00.
Los objetivos del encuentro
Un informe entregado por el Ministerio de Educación dice que este encuentro pedagógico tiene ocho objetivos.
Allí está, por ejemplo, “guiar a los profesores para que revisen sus formas de pensar sobre el aprendizaje y respecto de su disciplina como las prácticas pedagógicas que utilizan en su labor docente, dar soporte en un proceso de reflexión permanente acerca de sus concepciones actuales sobre el aprendizaje y las diferentes disciplinas que manejan”.
También -sostiene el comunicado- se quiere apoyar a los instructores para que trabajen con otros y mejoren el aprendizaje. A esto se suma el revisar cómo los profesores, en su momento, aprendieron lo que ahora enseñan a sus alumnos. Esto quiere decir, qué mecanismos se utilizaron allí.