Algunas estaciones de servicio emplean papeles con los números impresos para modificar el precio de este derivado. Foto: Mayra Pacheco / EL COMERCIO
Cuando llega el momento de llenar el tanque del auto con gasolina súper, las personas tienen una amplia alternativa de precios. En Quito, durante este mes, el galón de este combustible ha oscilado entre USD 2,98 y USD 3,19. Todo depende de cada estación de servicio.
Por ejemplo, en la avenida Simón Bolívar, a la altura de La Argelia, existen tres opciones en un trayecto de 150 metros. Álex Rodríguez, quien transita a diario por esta vía, acude a la estación que oferta el galón de este derivado en USD 2,99.
Las estaciones aledañas ofrecen este mismo producto pero con precios diferentes. Incluso, Rodríguez comentó que durante este mes dos estaciones modificaron sus precios. “A inicios de junio se encontraba la súper entre USD 2,78 y 2,90, pero luego subieron entre 9 y 20 centavos”.
Tras la emisión del Decreto Ejecutivo 619, en diciembre pasado, para fijar el precio de este combustible en las terminales de despacho, cada mes se consideran siete parámetros.
La empresa pública Petroecuador, que vende los derivados a las 15 comercializadoras de combustibles, toma en cuenta los costos de la materia prima (crudo), de transporte, de almacenamiento, de comercialización, un margen como abastecedora definido por Petroecuador y los tributos que fueran aplicables.
Para el cálculo del precio de la gasolina súper se toma como referencia el costo que tuvo el crudo dos meses antes.
Por esto se genera una diferencia entre el precio de la súper y el del petróleo vigente, refirió Carlos Pérez, ministro de Energía.
Lo anterior implica, por ejemplo, que para establecer el precio de la súper actual (junio) se consideró el costo promedio del crudo en abril, explicó Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de la Cámara Nacional de Distribuidores de Derivados de Petróleos del Ecuador (Camddepe).
En abril, según información del Banco Central del Ecuador (BCE), esta materia prima se comercializó en USD 64,74. Este es el valor más alto que ha alcanzado el crudo desde que se emitió el Decreto 619.
Esto hizo que en las terminales de despacho el precio de la gasolina súper aumentara este mes en USD 0,21 por galón, en relación con el mes anterior. Pero también influyó el incremento de USD 0,20 por galón en el costo de importación de gasolina (nafta) de 93 octanos, que se emplea para producir la súper, informó Petroecuador.
Para el próximo mes, la Camddepe estima que habrá una reducción de alrededor del 4% en el precio de este combustible en las terminales de despacho. Esto se explica porque en mayo, según el Sistema Nacional de Información (SNI), el precio promedio del barril de petróleo bajó a USD 60,56.
A este costo de terminal fijado por Petroecuador, cada comercializadora de combustibles también debe sumar su margen de ganancia, que se establece de manera libre.
María José Troya, directora ejecutiva de la Tribuna de Consumidores y Usuarios de Ecuador, mencionó que ante el nuevo esquema de precios de la súper, las personas deben identificar qué tipo de estación ofrece un precio “más económico”. Y en caso de que no se cumpla con lo dispuesto en el Decreto 619, Troya recomienda que las personas recurran a la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero (ARCH).
Esta entidad informó que se realizan controles para constatar que se cumpla la normativa vigente; aunque precisó que la súper tiene un precio liberado, a diferencia de los otros derivados de este segmento.
Para evitar que esta variación mensual en el precio del crudo tenga un impacto en la economía de los consumidores, la Camddepe sugirió fijar un precio mínimo y uno tope en las estaciones de despacho de Petroecuador.
Pero esta propuesta implicaría que el Estado, en algún momento, asigne un subsidio para mantener el precio de estos productos, lo cual no es compatible con la política definida por el Gobierno en diciembre pasado, cuando decidió retirar la subvención para que el precio se establezca en función de las condiciones del mercado.
Esto ha hecho que la demanda de este derivado en el sector automotor disminuya en un 38%, entre enero y mayo de este año en relación con el mismo período del año previo, según cifras de Petroecuador.