Jaime Suárez
A propósito del accidente del helicóptero indio, por primera vez en la historia ecuatoriana un Comandante militar sale apresurado a echar culpas en contra de sus subordinados (los pilotos) apenas sucedido el percance, para acto seguido continuar con los festejos y agasajos –según denuncias de personajes públicos-, muy al contrario del proceder que ha sido característico en estos casos, en los que siempre se ha esperado los resultados de las investigaciones.
Tal parece que los malos hábitos de lavarse las manos, práctica acuñados desde las altas esferas del poder, se va contagiando cual virus a los militares, antes ejemplo de honor e hidalguía.