La filtración de aproxima-damente 250 000 cables diplomáticos de Estados Unidos, por parte del portal Wikileaks parece, en el caso de Colombia, una suerte de bomba de efecto retardado.
La divulgación del contenido de los primeros 18 de los 2 896 documentos en los cuales aparece nombrada Colombia empieza a tener repercusiones en este país. Algunos de los mensajes originados en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá tocan temas sensibles de la vida doméstica y de la política exterior.
Es el caso del cable 08BOGOTA1391, del 14 de abril del 2008 y rotulado como secreto, que in-volucra directamente a Ecuador, país con el cual hace pocos días se restablecieron plenamente las relaciones diplomáticas.
En el texto, escrito en inglés, se lee que el entonces embajador de EE.UU. en Colombia, William Brownfield, detalla que el general Freddy Padilla de León, entonces comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, le reitera un pedido para que Washington realice tareas de Inteligencia en Ecuador y Venezuela, así como en el caso de los cautivos que están en manos de las FARC.
La solicitud fue presentada un mes después de la ruptura de relaciones diplomáticas entre Quito y Bogotá, a raíz del ataque colombiano al campamento de Angostura, el 1 de marzo de ese año.
Según ese cable, la diplomacia estadounidense se negó a tramitar el pedido de Padilla.
El cable recoge también las percepciones de Padilla acerca de las FF.AA. venezolanas y ecuatorianas. De las primeras, dijo, que son más débiles de lo que se pensaba. Y de las segundas, destacó que “demostraron ser mucho más profesionales, a pesar de ser más pequeñas que las venezolanas”.
Otro de los mensajes revelados y que levanta polvareda es el cifrado como 09BOGOTA3271, con fecha 27 de octubre del 2009 e igualmente clasificado como secreto. Se refiere al escándalo de espionaje por parte de elementos del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).
El diplomático informa al Departamento de Estado sobre las sospechas de que los seguimientos ilegales a políticos de la oposición, magistrados de la Corte Suprema y a periodistas, ordenados por dos personajes cercanos al ex presidente Álvaro Uribe. Ellos eran Bernardo Moreno, ex secretario de Palacio, y José Obdulio Gaviria, ex asesor presidencial.
La fuente de Brownfield habría sido el director de la Policía, general Óscar Naranjo, un oficial muy respetado en este país y que fue elegido como el mejor gendarme del mundo, en octubre pasado.
Otro episodio del caso DAS, según las notas salidas de la Embajada, es un pedido hecho al Embajador por el entonces vicepresidente colombiano, Francisco Santos. Este habría dicho que Uribe no comprende bien la gravedad del escándalo del espionaje y solicitado que el diplomático “le haga caer en cuenta (al Presidente) de la seriedad del caso”.
Asimismo, el cable 05BOGOTA7402, sintetiza la entrevista que Uribe tuvo con el entonces número tres del Departamento de Estado de EE.UU., Nicholas Burns. En particular enfatiza que durante la reunión Uribe se expresó duramente sobre el gobernante venezolano, Hugo Chávez.
Entre otras cosas, lo catalogó de persona con una mixtura de “sentimientos imperiales y borracho de socialismo” y llamó, además, a Estados Unidos a acercarse a los países considerados amigos de la República Bolivariana.
También llama la atención el cable que desnuda las intenciones de Uribe de buscar un acercamiento secreto con las FARC, a pesar de que en público siempre se mostró partidario de una línea dura respecto de la guerrilla. La idea nunca prosperó.
K. Lucas: Me tergiversaron
El vicecanciller Kintto Lucas dijo que fueron tergiversadas sus declaraciones frente a la supuesta oferta de residencia en Ecuador para Julian Assange, fundador del portal de Wikileaks.
En una entrevista con El Universo, el alto funcionario precisó: “No fui a ofrecerle la residencia, como dijeron algunos, dije que la daríamos si la solicita porque somos un país de libre movilidad”.
Ante la pregunta de que varios diplomáticos han pedido su salida, Lucas dijo que habría que preguntarles “cuál es el interés de que no se difunda información sobre Ecuador”. Se refirió a temas como la negociación de paz con Perú o la Base de Manta.
Lucas reconoció el error de no haber consultado al presidente Correa sobre sus declaraciones y dijo que le envió una carta.