El viernes próximo terminará el plazo de la instrucción fiscal en el caso que se sigue en contra del coronel César Carrión, ex director del Hospital de la Policía. Él está acusado de supuesto intento de asesinato en contra del presidente Rafael Correa, durante la revuelta policial del 30 de septiembre pasado.
Según la denuncia, Carrión se negó supuestamente a abrir la puerta del hospital, cuando el Jefe de Estado intentaba escapar de los gases lacrimógenos en el Regimiento Quito N°1.
Sin embargo, la defensa del policía ha asegurado que no existen evidencias de que Carrión se haya opuesto al ingreso de Correa. El acusado incluso asegura que se prestaron todas las facilidades para la atención médica del Mandatario.
El fiscal de Pichincha, Marco Freire, aseguró que el viernes se sabrá sobre el pronunciamiento del Ministerio Público. “En ese momento se conocerá si habrá un juicio contra el coronel”. Mientras tanto, Stalin López cree que el pronunciamiento debe ser por la absolución. “El plazo concluye y se demostrará que mi cliente es inocente”.
El lunes en la tarde, el coronel junto a otros 13 policías fueron trasladados de la Cárcel 4 de Quito al ex penal García Moreno. Esta decisión la tomó el Ministerio de Justicia, por supuestos “motivos disciplinarios”. No obstante, los abogados defensores de los uniformados consideraron el traslado como una arbitrariedad y un “abuso de poder”.
Ellos permanecen en el pabellón A, de Máxima Seguridad.
Algunos participan hoy en una nueva reconstrucción de los hechos. El fiscal Luis Enríquez, que indaga el presunto intento de magnicidio, en el Regimiento Quito, dispuso la diligencia judicial y convocó a Carrión. Según López, su cliente no tiene por qué participar en esta reconstrucción, pues él nunca estuvo en el cuartel policial, sino solamente en el Hospital. Pero igual colaborara.
La diligencia se realiza desde las 10:00 y participan otros los investigados en el expediente.