El actual funcionario de la Embajada de Ecuador en Argentina, Stalin Raza, trabajó de cerca con Alfredo Larrea Jijón, el principal acusado de una supuesta red de sobornos en la Corte Constitucional.
En el 2009, Raza y Larrea adquirieron una oficina y un parqueadero en el edificio Monasterio Plaza, ubicado en las avenidas Eloy Alfaro y Seis de Diciembre, en el norte de Quito.
El inmueble fue comprado en USD 91 000. Esa cifra fue cancelada en efectivo y al contado, según se encuentra registrado en la escritura oficializada en el Notaría Cuarta de Quito.
En el documento, que fue difundido ayer por el ex presidente Lucio Gutiérrez y por el asambleísta Galo Lara, también constan como compradoras las esposas de Raza y Larrea: Yolanda Marcillo y Sylvia Haro. Esta última firmó uno de los escritos que presentó la Cervecería Nacional a la Corte Constitucional, en el litigio que enfrentaba con sus ex trabajadores.
La relación entre Raza y Larrea se remonta varios años atrás. En el 2007, entraron como asesores del entonces Tribunal Constitucional y trabajaban con el presidente Patricio Pazmiño.
El titular del organismo reconoció a este Diario que los contrató como asesores, porque conoció a Raza en Alianza País. Según Pazmiño, él había dirigido una demanda en el 2006 por el conteo de votos en la primera vuelta electoral. Esa querella fue contra la empresa E-vote, que fue contratada para la transmisión de datos del sufragio.
Larrea estuvo dos meses en la Corte Constitucional, de julio a agosto del 2007 y se retiró -aseguró Pazmiño- para dar paso a que su hermano Arturo Larrea se posesionara como secretario.
La carpeta de Arturo Larrea también fue recomendada por Stalin Raza y su contrato fue aprobado por el Pleno de la CC.
Raza estuvo en la Corte hasta mediados del 2010. Luego de eso fue enviado a la Embajada de Ecuador en Buenos Aires, con el cargo de Primer Secretario.