Simón Pachano, doctor en estudios políticos. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
Evo Morales está en el poder desde el 2005. ¿Qué pasó en Bolivia con el último referéndum: le dijeron que no a la reelección indefinida o evaluaron el mandato del Presidente?
Hay varias cosas, una es el no a la reelección indefinida. La votación es muy cerrada, no hay una opinión mayoritaria, Bolivia se divide en dos en ese tema. Hay elementos no presentes en otros países.
¿No se puede comparar con Ecuador o Venezuela?
No. A diferencia de esos países, Bolivia tiene densidad organizativa. Los movimientos y organizaciones sindicales, de campesinos y barriales tienen un papel fundamental que se remonta a 1952, cuando se impulsó una reforma agraria. Y no dependen directamente de la Presidencia, el manejo no es vertical. Es muy fuerte la presión que ejercen de abajo hacia arriba. Evo surge del sindicalismo cocalero.
El presidente Evo Morales repite que no ha perdido la guerra. De todas formas tuvo el 48% del voto duro. ¿Cómo lo ve?
Evo cuenta con más que eso. Hay que diferenciar, si iba de candidato simplemente ganaba con el 50 y tanto por ciento, no hay que equiparar una elección a un referéndum.
Pero, ¿el péndulo cambia, el mensaje es que se quiere alternabilidad?
Hay que considerar las especificidades de cada país. En Argentina influyeron mucho las denuncias de corrupción e incluso un fuerte grado de autoritarismo del gobierno. En Venezuela fue el desastre económico además de la corrupción.
En Bolivia existe un juego político más complicado. Pese a que algunas organizaciones sociales son Evistas, tienen una capacidad de negociación muy fuerte.
¿Un ejemplo de ese peso?
En la ciudad de El Alto, Evo perdió la elección municipal el año pasado, con una exmilitante de su organización Movimiento al Socialismo (MAS). Evo quiso apoyarla pero la cúpula se lo impidió, buscó reelegir al anterior alcalde, con denuncias de corrupción. Y el MAS perdió.
¿No es lo que pasaría acá?
No es el caso de Venezuela, Ecuador o Argentina, en términos de presidentes tan fuertes que pueden imponerse en sus movimientos. Es un juego más complejo.
¿El MAS puede sobrevivir sin Evo en el poder?
Posiblemente. Es una agremiación de organizaciones, antes que ser un partido de personas que se agrupan y se afilian individualmente. Incluso existe la figura de la afiliación colectiva de cocaleros, barrios…
¿Cuál es su fuerza?
Evo es el resultado de organizaciones, pero a la vez puede ser reemplazado con menos dificultad que otros presidentes. Sin Rafael Correa, la revolución ciudadana se acaba, aunque vengan Lenín (Moreno) o Glas. Sin Chávez la revolución bolivariana terminó y vivimos su agonía.
¿Es diferente lo que pasa en Alianza País?
Totalmente, el MAS existe. Alianza País no. Quiero decir como organismo que discuta. En el MAS hay un debate fuerte y así toman decisiones y le imponen un candidato a Evo, como lo que pasó en El Alto.
¿Los bolivianos no quieren el continuismo?
Sí, hay una cierta insatisfacción con este manejo más bien personalizado, y que choca con la tradición boliviana de organizaciones y de un diálogo con la sociedad.
¿Las denuncias de corrupción le afectaron?
Pesó la denuncia sobre la madre de su hijo, quien al parecer recibió tratamiento privilegiado para ciertos contratos pues representa a una empresa china. Evo se equivocó, en lugar de aceptar desde el primer momento que él la conocía, lo negó y luego se hicieron públicas fotos. Dice incluso que el niño murió.
¿Y lo de su vicepresidente Álvaro García?
Le afectó el caso del Vicepresidente que mintió sobre sus títulos universitarios, un Pedrito Delgado, en Bolivia. La reacción fue mala, en lugar de asumir o callar se lanzó contra el periódico. Y este dijo que por culpa de Página Siete no podría dar más clases.
¿Pueden incidir las denuncias de corrupción en las urnas?
Tengo una respuesta cínica. A la gente no le importa la corrupción cuando hay recursos para repartir. Empiezan a escasear y lo siente y dice “este se está llevando lo mío”. Aquí hemos tenido varias denuncias de corrupción y no les ha importado en su momento. Comenzamos a sentir la crisis en nuestros bolsillos, afecta y piensas “estamos sufriendo y otra gente disfruta”.
El desempeño económico de Bolivia ha sido calificado como exitoso y a Evo Morales le faltan cuatro años. ¿Esto fue una batalla?
Sí, no me extrañaría que pueda convocar a otro referéndum. Revisé la Constitución de Bolivia y no encuentro una disposición que le impida consultar al pueblo sobre el mismo tema. De aquí a tres años podría hacerlo.
Su vida / Simón Pachano
Doctor en Ciencia Política por la U. de Salamanca. Ha escrito varios libros y artículos sobre democracia, procesos políticos, partidos y elecciones. Coordinador de Estudios Políticos en la Flacso.
Punto de vista
A diferencia de Venezuela o Ecuador, Bolivia tiene densidad organizativa. Los movimientos y organizaciones sindicales, de campesinos y barriales tienen un papel fundamental, se remonta a 1952.