40 años después de haber gobernado el país, Guillermo Rodríguez Lara habla de los años en que dirigió el país, con la riqueza petrolera.
¿Qué le motivó asumir la conducción del Estado el 15 de febrero de 1972?
El país atravesaba por una situación difícil en todo aspecto. Había un mal manejo administrativo y una acentuada división entre la gente que tenía posibilidades económicas y los desposeídos. Había una alta insatisfacción frente al Gobierno que nos regía.
El quinto velasquismo, transformado en dictadura, había llamado a elecciones…
Así fue.
¿Por qué las FF.AA., no dejaron que la crisis se resolviera en democracia?
Porque se multiplicaron las peticiones, de toda clase de instituciones, de que tomáramos una decisión; una verdadera presión.
¿El país estaba cansado del caudillo Velasco Ibarra?
Yo creo que sí.
¿Fue mal administrador?
Puede ser; él se rodeó de personas que usufructuaron del país.
¿Las FF.AA., se tomaron el poder para que Assad Bucaram no fuera candidato?
Velasco Ibarra es el que quería impedir que Bucaram fuera candidato. Él propuso a las FF.AA., que lo sacáramos de la palestra.
Y eso fue lo que hicieron.
Nuestro criterio era que no estábamos en oportunidad de apoyarlo. Bucaram podía ganar esa elección porque tenía un partido fuerte (CFP). Entonces trajeron certificaciones de que él no nació en el Ecuador sino en Líbano.
¿Y por qué no apoyaron a Bucaram entonces?
Nos hicieron saber queVelasco Ibarra iba a denunciar en Guayaquil, que las FF.AA., nos oponíamos a que Bucaram interviniera en los comicios. Eso fue grave.
¿Por qué?
Porque se corría el riesgo de que nosotros termináramos enfrentados con la gente del CFP en Guayaquil. Lo que Velasco Ibarra temía era que Bucaram investigase su gestión presidencial.
¿Bucaram hubiese sido un buen presidente?
Tenía sus cualidades.
¿Ud. creía en él?
En realidad fue un hombre honesto, bien intencionado, no sé si hubiese sido un buen estadista.
¿Por qué la duda?
No es común que aquí se preparen para ser estadistas.
¿Ni antes ni ahora?
Ahora puede haber más opciones para prepararse, porque un estadista no nace, se hace.
¿Un estadista siempre tiene que ganar las elecciones?
Un estadista estaría en mejores condiciones para hacerlo.
¿Cuando Ud. tomó el poder, lo hizo porque quería impedir que Bucaram gobernara un país petrolero?
Muchas personas dicen que es el petróleo lo que nos produjo la decisión de intervenir en el Estado. No fue así; el petróleo se presentó como una coincidencia.
La dictadura militar de 1963 ya buscaba petróleo.
Sí pero no le daban la suficiente importancia porque no había trabajos de exploración suficientes. Fue mucho después, con los trabajos serios que se hicieron, que se vio la certeza de que sí había petróleo en la Amazonía. Lo peor que se puede pensar es que fue el petróleo lo que nos atrajo.
¿Qué los atrajo?
Otros factores de crisis.
¿Los EE.UU., le apoyaron?
En absoluto.
La dictadura del 63 sí contó con ese respaldo para frenar el castrismo en Ecuador.
Pero nuestro Gobierno creyó que debíamos ejercer el poder con abstracción absoluta de otros gobiernos y tendencias. Así surgió nuestro plan de acción, de principios filosóficos, donde lo digno fue el nacionalismo.
¿Desde cuándo las FF.AA., empezaron a trabajar en ese plan nacionalista?
Desde que los acontecimientos políticos estaban produciéndose. Yo no quería que en caso de asumir estas delicadas funciones dijeran que los militares no estábamos preparados. Para nosotros, la tarea principal de un Gobierno es la planificación y yo pensaba que si las FF.AA., se iban a tomar el poder debía ser para hacer algo trascendental. Así lo hice saber al pueblo cuando presenté los dos planes de acción y de gobierno.
¿Su gobierno fue ‘cepalino’ como era la moda entonces?
Aceptamos en parte ese proyecto, pero nuestro fundamento era trabajar sobre planes concebidos para el Ecuador. Esta fue nuestra única inspiración y fuimos muy bien recibidos por la gente.
¿Ud. jubiló a la clase política de entonces?
Yo no. Ellos se jubilaron viendo la forma racional y responsable con la que iniciamos el gobierno.
¿Ud. le acostumbró al país a la gasolina barata, a los subsidios para apoyar la economía, al sucre de cambio fijo?
Todo eso respondió a un estudio realizado y a la coordinación en las diferentes áreas, pero no con fines demagógicos.
¿Cuál es la diferencia?
La industria petrolera suponía la intensa inyección de recursos económicos. Esa situación cómo no iba a ser aprovechada por el pueblo de bajos recursos. ¿Por qué solo el beneficio directo y seguro a los constructores, dueños de capitales de compañías?
¿Se imaginó que esa bonanza iba a durar menos de 10 años? Para 1981 ya hubo que subir la gasolina, los pasajes, la comida, junto con la devaluación del sucre…
Nosotros subsidiamos para incrementar la producción e incentivar a que los más desposeídos consumieran productos vitales como el trigo y la leche para mejorar su alimentación y que no dependamos de la importación.
¿Hay subsidios eternos?
Nosotros creíamos que cuando la refinería que construimos (la de Esmeraldas) comenzara a operar, lo más conveniente era empezar con la subida paulatina del precio de los combustibles.
¿En qué año iba a hacerlo?
No podría determinarlo. Había que mejorar los salarios para que la gente tuviera cómo pagar.
¿Le dejaba dormir tranquilo la frontera con el Perú?
(Risas)
¿Por qué usted no enfrentó una guerra como la que le estalló a Jaime Roldós en el 81?
Siempre había que tener pendiente esa situación, pese a que mi tesis era mantener un equilibrio entre seguridad y desarrollo. ¿Cómo llevar adelante una guerra con FF.AA., preparadas pero con un pueblo desnutrido?
¿Por qué el Perú no atacó al Ecuador en su gobierno?
No olvide que estábamos próximos al centenario de la Guerra del Pacífico donde Chile venció. El Perú siempre tuvo en cuenta la estrecha relación de nuestras FF.AA., con las de Chile.
¿Ud. habría recurrido a Chile para defenderse?
No siempre se puede estar seguro. Este es un campo delicado.
¿Augusto Pinochet era santo de su devoción?
Discrepábamos en los procedimientos para mantener el orden .
¿Una cosa era el Pinochet militar y otra el dictador?
Pinochet fue muy afectivo con el Ecuador; él fue profesor de la Academia de Guerra. Pero los procedimientos de su gobierno no podían ser una referencia.
¿Le propusieron entrar al Plan Cóndor?
Jamás lo hubiera aceptado.
¿Hablaba con Pinochet cuando ambos gobernaban?
Yo no hablaba, había correspondencia.
¿Y con Fidel Castro?
No llegué a hablar, pero sí comprendíamos su situación.
¿Creía más en el proceso de Cuba que en el de Chile?
Solo creía en el ecuatoriano.
¿Por qué Chile es hoy más desarrollado que Ecuador?
Fue lo positivo de Pinochet. Fortaleció a Chile en los aspectos económicos y eso hay que reconocerlo. Pero el costo social fue muy elevado y drástico.
Él se quedó 16 años y a usted lo derrocó un golpe militar interno a los cuatro…
No es así. Yo no creo que alguien se debe perennizar. No creo en las formas monárquicas de Gobierno. Siempre estuve preparado para dejar el poder, cumplida una etapa que fue fundamental. Conmigo el país creció al 11,8%.
¿Por el petróleo?
Dejando de lado el petróleo crecimos al 9,1%. El petróleo no representó gran cosa, lo que no pasó con los gobiernos posteriores. Nosotros iniciamos la venta del petróleo a USD 2,50 el barril, y terminamos en USD 13,90. Entre 1972 y 1975, el presupuesto fue de USD 1 920 millones, más los USD 800 millones que representó la exportación de crudo. Así, tuvimos USD 2 720 millones.
¿Por primera vez el Ecuador fue un Estado rico?
Lo que había era una montaña de necesidades y no es que teníamos una montaña de recursos. Nuestros planes crearon prioridades en muchos frentes. Esa gestión se reconoció en el país.
¿Quiénes? ¿Los militares que lo sucedieron en 1976?
Yo me vi en una situación muy difícil y por eso renuncié. Hubo confrontación entre quienes hacían desarrollo y quienes buscaban solo seguridad. Había facciones en las FF.AA., que todo querían para ellas. Se las complació y apoyó en lo que era racional.
¿Entonces qué pasó?
Querían que todo fuera para las FF.AA., y yo me oponía porque este era un Gobierno para el pueblo y su desarrollo, al que lo serví de forma desinteresada. Los miembros de FF.AA., que participaron en mi gobierno no cobramos por las funciones que desarrollábamos. Yo no cobré un centavo por viáticos ni cuando fui a Argelia.
¿Sabe cuántos miles de dólares le cuesta al país los viáticos de este Gobierno?
Todos los gobiernos han cobrado, pero yo no.
¿Ud. se sintió dictador?
Me sentí más Presidente. Claro, debía establecer autoridad, imprimir políticas que a lo mejor en democracia eran más difíciles de ejecutarlas. Pero de parte nuestra no había coacción de las libertades del pueblo ni medidas que agravaran su situación. Adopté la Constitución de 1945 y una comisión de gente importante que reemplazaba al Congreso.
Pero no había Congreso.
Es que no había.
¿Y ahora lo hay?
(Risas) Hay uno con diferentes tendencias y diferentes fines.
¿El Triunvirato que lo sucedió en 1976 fue dictadura?
Ellos dejaron al país en retroceso. Vino el endeudamiento. Nuestro Gobierno se endeudó en USD 251,9 millones con fines productivos y no con la banca privada.
¿Deslinda su responsabilidad en el lastre de la deuda?
Claro. Recibí de Velasco Ibarra una deuda de USD 260 millones y dejé el país menos endeudado. Pagué la deuda de la Independencia. Los triunviros se endeudaron en USD 2 700 millones.
Pero las empresas que Ud. impulsó durante su mandato tuvieron que pedir rescate financiero en 1983…
Porque posiblemente no condujeron bien su gestión. Además la situación del país se precipitó por el mal manejo de la administración, por los ajustes, la inflación y la devaluación del sucre.
¿Hubiese preferido entregarle el poder a un Presidente elegido en las urnas?
Ya hubo un plan. Mi último año (1975) fue difícil porque tuvimos, como pasa hoy, que frenar importaciones para contrarrestar el ‘petrolerismo’. Nos creían ricos y la gente importaba más bienes de los que se necesitaban.
¿Se equivocó Ud. al dar el mensaje de que la bonanza iba a ser duradera?
Puede ser que sí. En realidad se despertó en la gente el ‘petrolerismo’ creyendo que eso iba a enriquecernos a todos.
¿40 años después ha vuelto ese ‘petrolerismo’?
Ha habido extraordinarias posibilidades de crecimiento por el alto precio. La obra se reconoce.
¿Y que la gasolina no haya subido en casi 10 años?
Es un problema serio que se debe coordinar con las diferentes políticas para que el pueblo pueda asumir esos cambios.
¿El petróleo ahora está en USD 85 y el Estado corre el riesgo de desfinanciarse?
Prefiero no comentar, solo digo que me siento preocupado.
HOJA DE VIDA
Guillermo Rodríguez Lara
Nació en Pujilí (Ecuador), el 4 de noviembre de 1923. Asumió el mando del Ecuador como Presidente de facto, el 15 de febrero de 1972, siendo oficial más antiguo de las FF.AA. Su punto de vista: el petróleo no fue el motivo por el cual las FF.AA., tumbaron a Velasco. Su gobierno tiene cifras exitosas. Creó la ESPE.
Los cambios del Código Integral Penal
Las penas por no afiliación se modificaron en el Legislativo
Art. 228
Retención ilegal de la aportación a la seguridad social. Inciso 1. Los empleadores que retuvieren ilegalmente los valores de los aportes personales de los trabajadores, destinándolos a otros fines, y no transferirlos al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), serán sancionados con pena privativa de libertad de dos a cinco años.
Art. 228
Retención ilegal de la aportación a la seguridad social. Inciso 2. En el caso de que sea la persona jurídica la que retuviere los valores correspondientes a los aportes personales de los trabajadores, será sancionada con la intervención judicial por el tiempo necesario para precautelar los derechos de los trabajadores, y se le impondrá una multa de 100 a 300 salarios básicos unificados del trabajador en general. No se establecen penas para los representantes jurídicos de las firmas.
Art. 229
Falta de afiliación a al IESS por una persona jurídica. Serán sancionadas con la intervención judicial por el tiempo necesario para precautelar los derechos de los trabajadores y se les impondrá una multa de 100 a 200 salarios básicos unificados del trabajador en general, más 50 salarios básicos por cada empleado no afiliado.
Art. 230
Falta de afiliación al IESS por personas naturales. Quien no afilie a sus trabajadores al Seguro Social obligatorio, en los primeros 30 días desde que el trabajador empezó sus labores, será sancionado con pena privativa de libertad de 15 a 30 días y multa de 50 a 100 salarios básicos unificados del trabajador en general. Cuando se trata de trabajo doméstico o de tipo artesanal será sancionado el patrono que incumpla con una multa de 30 a 50 salarios básicos unificados del trabajador en general.
Algunos consejos
La Ley de Seguridad Social establece que todo trabajador que esté en relación de dependencia debe ser afiliado por su patrono al Instituto de Seguridad Social (IESS).
La aportación se debe realizar por el total de la remuneración del empleado (esto incluye sueldo, bonificaciones, comisiones y otros beneficios. Se excluyen utilidades y décimos).
El 9,35% de la afiliación lo paga el empleado y el 11,15% el patrono.La afiliación debe realizarse para quienes laboran en jornada completa y para los que están en jornada parcial permanente.
Las personas que quieran denunciar la no afiliación deben acudir a la Inspectoría del Trabajo. El inspector tiene tres días para controlar.
En la ventanilla 7del IESS el trabajador también debe denunciar y presentar un certificado que acredite haber laborado en una empresa. De haber una irregularidad se iniciará un proceso contra el patrono.
Las empleadas, los choferes y los jardineros son empleados domésticos. Ellos también tienen derecho a la afiliación. Esta puede ser bajo tiempo completo o jornada parcial permanente.