Alfredo Palacio González
Su experiencia. Ex presidente de la República. Presidente del Consejo Rector Académico Científico de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo.
Su punto de vista. Emilio tenía derecho de publicar el artículo por el que el Presidente Correa lo enjuició.
El ex presidente Alfredo Palacio lanzó hace una semana su nuevo libro titulado ‘Biología, un nuevo orden mundial’, en la Universidad Espíritu Santo de Guayaquil. Su ex ministro de Trabajo y actual fiscal general del Estado, Galo Chiriboga, hizo la presentación y agradeció el gesto del cardiólogo, a quien dijo respetaba mucho.
Ahora, el ex Mandatario cuenta su visión de la política nacional y comenta su flamante texto.
¿A qué se debe el título de su nuevo libro?
Para mí la única forma de defender a la especie es defender totalmente la vida. Y para eso hay que incentivar la investigación científica en Biología.
¿Este libro es una receta para un mundo mejor?
No es una fórmula magistral, quisiera que fuera eso. El libro es un intento de que la organización mundial cambie y deje de regirse solo por las leyes que ha creado el hombre a partir de sus belicosidades y enfrentamientos fratricidas.
¿Este libro es una vuelta a la política nacional?
Yo sigo haciendo política, nunca la dejé. Cuando hablo de salud, ciencia y tecnología estoy hablando de política en un nivel más alto. No estoy insultando ni enjuiciando a nadie; pero es política.
Hablando de juicios, ¿considera justo que el presidente Rafael Correa haya demandado a los directivos de diario El Universo y al ex editorialista Emilio Palacio, su hermano, por una opinión publicada?
Es difícil poder decir si es justo o no. Aunque es obvio que ha obrado en derecho. Él (Correa) probablemente intenta reivindicar algunos valores morales o éticos.
¿Entonces Emilio Palacio no debió publicar su artículo ‘No a las mentiras’?
Yo no puedo justificar las palabras que dice Emilio. Lo que sí puedo es citar a Voltaire, que dijo: “No estoy de acuerdo en lo que dices, pero daría mi vida por defender tu derecho a decirlo”.
¿Cómo tomó que su hermano había dejado el país?
Respeto la decisión que Emilio tomó. En lo personal, no me voy.
¿Por qué?
Porque yo peleo aquí.
Pero en un escenario en el cual la administración de Justicia es duramente cuestionada, ¿se quedaba?
Igual, no me habría ido.
Durante su gobierno Correa fue Ministro de Economía, ¿no cree que eso le sirvió de plataforma para convertirse en Presidente?
Siempre existe esa posibilidad. Una de mis condiciones entre mis ministros era que no pensaran en proyecciones políticas, por lo menos en las próximas elecciones, porque necesitábamos ponernos a trabajar.
Pero, ¿su Gobierno le sirvió de tarima política a Rafael Correa?
No sé si eso es tarima política. Obviamente el pueblo vio que él tenía madera de gobernante. Además, puedo decir, con satisfacción, que mi período fue el primero en el que una porción importante de un Gobierno pasó al siguiente mandato.
Pero su Ministro de Economía, ahora Primer Mandatario, años más tarde acusó a Emilio Palacio. ¿Se sintió culpable cuando conoció la condena contra su hermano?
Sentí mucho dolor, mucho pesar. Primero por tratarse de un hermano mío y segundo porque no es una confrontación que yo deseo para mi país.
Esta es la primera vez que habla sobre este litigio, ¿en su libro hay alguna lección para aprender sobre el tema?
La lección es cuáles son los temas que debemos discutir. Lo que nos está pasando es mucho más grave que las cuestiones, con todo respeto, que usted me señala. Nuestra mortalidad infantil sigue siendo tres veces más que en Chile, Cuba y Costa Rica. No iremos a ningún lado sin investigación científica. Eso quisiera oír de los candidatos, eso quisiera escuchar en las propuestas políticas.
¿Usted correría por una candidatura presidencial?
Solo si nadie habla de esto tendría que volver. Es necesario que alguien tome esta bandera y no hay otro camino.
¿Algún grupo político lo ha llamado para que sea candidato presidencial?
Permanentemente. La mayor parte de las veces viene de gente muy cercana. Siempre he tratado de que esas personas desistan, porque francamente estoy muy tranquilo en lo que hago.