Los Yasunidos se unieron a la jornada internacional contra los combustibles fósiles y acudieron a la Refinería Pacífico. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO
La Refinería del Pacífico emitió un comunicado en el que asegura que el ingreso de un grupo de unas 50 personas el sábado 14 de mayo del 2016 fue arbitrario. Además, asegura que las personas irrespetaron a los guardias de seguridad, “amparados en el apoyo a una iniciativa ecologista”.
Se trataba del colectivo Yasunidos, que se unió a la iniciativa internacional Break Free From Fossil Fuels (Libérate de los combustibles fósiles) que arrancó el pasado 3 de mayo e incluyó diversas actividades de protestas en varios países del mundo.
Los manifestantes tenían la intención de sembrar plantas en los terrenos en el sector de El Aromo, en Manabí, en donde se construye la Refinería. Lo consideran un “elefante blanco” y querían dejar en el lugar flores, además de otras especies que a futuro produzcan alimentos para las personas afectadas por el terremoto del pasado 16 de abril.
Bajo el hashtag #breakfree, en Twitter, los Yasunidos se unieron a la jornada internacional en la que simultáneamente se realizaban otras propuestas en países como Canadá, Estados Unidos, Brasil, Reino Unido, Alemania, Turquía, Nigeria, Sudáfrica, Indonesia, Filipinas, Australia y Nueva Zelanda.
Según el comunicado de la Refinería del Pacífico, el sitio en donde se construye esta infraestructura fue declarado “Área Reservada de Seguridad, bajo el control de las Fuerzas Armadas por tratarse de un espacio geográfico de naturaleza estratégica, en el cual se aplican las restricciones necesarias para garantizar su seguridad”, según consta en el Decreto Ejecutivo 993, Registro Oficial 619, que declara”.
Además, en su cuenta de Twitter publicaron fragmentos de una entrevista en video a una habitante de la comunidad. Por lo dicho por la mujer, la Refinería asegura que la gente que habita en el sector fue “engañada” para que acompañe la protesta. En su comunicado escribieron que las personas “manipularon y se aprovecharon de comuneros de Bajo de la Palma, del cantón Montecristi“.
La institución criticó en la misma red social que entre los manifestantes se encontrara a personas de la tercera edad y a niños. Sin embargo, miembros de Yasunidos tuitearon que se trata de una protesta “pacífica, irreverente y creativa” para pedir que se deje el crudo bajo tierra y que se trata de familias que protestan por la vida. “Para eso no hay edad”.