El tramo final de la campaña por la Alcaldía de Quito se caracterizó por la aparición de figuras, que de algún modo fueron topadas por la polémica.
Al menos seis nombres surgieron desde las candidaturas de Mauricio Rodas (SUMA-Vive) y de Augusto Barrera (A. País), que aparecen como las más opcionadas para ganar en los comicios locales del domingo.
Antonio Ricaurte, candidato a edil de Quito, ha sido objeto de críticas de la campaña de Barrera. Específicamente desde mediados de enero, cuando cinco candidatos a concejales de A. País presentaron una denuncia ante el SRI por supuestas inconsistencias tributarias entre 2009 y 2011, que no han sido comprobadas.
Ricaurte demandó por presunto daño moral a esos candidatos. Argumenta que fue calumniada para intentar golpearlo electoralmente.
“No me perdonan el hecho de haber generado una unidad para vencer a Barrera en Quito”, señala.
De ese tema también se desprendió el nombre del empresario aeronáutico Roberto Damone. La razón: ambos hicieron en 2011 un envío de USD 505 000 para una inversión en certificados de inversiones en Nueva York, que finalmente no prosperó. De ese monto, USD 14 000 eran de Ricaurte.
“¿Cuál es el problema de haber hecho una inversión con Damone y que juntos hayamos perdido?”, se pregunta Ricaurte.
El tercer nombre de la plataforma SUMA-Vive objeto de críticas del oficialismo es Pedro Freire, candidato a concejal por el distrito norte.
Barrera lo señala por ser el abogado que supuestamente ha retrasado la construcción de la Ruta Viva, por los juicios de expropiación.
Freire dice que esas afirmaciones son una “mentira”. “El Código de Procedimiento Civil señala que el juez en primera instancia autoriza la ocupación anticipada del bien y que posteriormente se discuta el precio”. Esas es la respuesta de Freire, quien ha sido subprocurador del Cabildo y que anticipa que en caso de ganar dejará de ser abogado particular de esos juicios.
El asambleísta Virgilio Hernández, el alcalde (e) Jorge Albán y el propio presidente Rafael Correa son los nombres polémicos vinculados al alcalde Barrera.
El primero en cobrar mayor relevancia fue Correa, cuando escribió cartas solicitando el voto del electorado capitalino. En esas misivas reconoció la existencia de “errores” en la gestión municipal.
El viernes lo hizo de nuevo en una entrevista en radio Canela. Allí habló de nuevo de los fallos de esa campaña, que le habría gustado ser el jefe de campaña de Barrera y que ese cargo lo ejercía el legislador Hernández.
Esta semana, Correa también mencionó la existencia de un voto ‘anti-Barrera’ y que es preferible que sectores progresistas que no apoyen al Alcalde opten por el voto nulo antes que apoyar a Rodas.
El asambleísta Hernández aclara que el sábado 8 de febrero se le asignó la responsabilidad política de la campaña de Barrera.
Desde el principio de la campaña, Patricio Endara, estaba al frente de las actividades proselitistas de Barrera de cara a la reelección.
Endara y Hernández se conocen desde que eran parte del Foro Urbano, cuando era parte de Pachakutik, y en el que militaba el alcalde Barrera. También tienen conexión política con María Hernández, candidata a edil por el sur, quien es hermana del legislador.
Albán, en cambio, saltó a la polémica el 12 de febrero, al anunciar en cadena de radio convocada por la Secom la reducción de una multa y la suspensión del cobro de peajes a los valles. “Él ha tenido que sacrificar su posibililidad de hacer campaña. Él ha sido un elemento clave”, dice Hernández sobre la tarea de Albán.