Febrero del 2013: los noticieros de televisión han dejado la campaña electoral en segundo plano, en las páginas de los periódicos ya no se leen debates entre los aspirantes a ocupar el sillón presidencial ni entre quienes buscan una curul para representar al pueblo. En las radios ya no se hacen entrevistas sobre las propuestas de cada candidato para mejorar el país…
Este podría ser el panorama que se presente durante los próximos comicios, si la Corte Constitucional desecha las cinco demandas de inconstitucionalidad presentadas en contra de Código de la Democracia, que busca restringir la cobertura periodística en época de campaña y que establece el método D’Hondt para la asignación de escaños en las elecciones pluripersonales.
Mañana, el magistrado constitucional Alfonso Luz escuchará los argumentos a favor y en contra, de estos temas.
Para la Unión Nacional de Periodistas (UNP), la organización Fundamedios y la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (Aedep), que presentaron dos demandas, este articulado generará censura en los medios de comunicación. Su argumento es que con el artículo 203 del Código cualquier reportaje, entrevista o noticia podría ser visto como un apoyo a una candidatura.
Esto podría limitar la posibilidad de que la ciudadanía se informe sobre planes de trabajo de los candidatos, lo que en las elecciones del 2006 fue fundamental en la designación de Rafael Correa como jefe de Estado.
Según datos de la Corporación Participación Ciudadana, que realizó un monitoreo de medios sobre la cobertura noticiosa durante la campaña electoral de ese año, el candidato que más presencia tuvo en los medios de comunicación fue Correa.
Así, en la primera vuelta, el 19,97% (52 104,5 minutos) de tiempo de las noticias de televisión fue ocupado por el candidato de Alianza País; mientras que en la radio la cifra fue mayor, el 27,23% (109 336 minutos) de las notas fueron referentes a Correa. En la prensa escrita ocupó el segundo lugar, con 13% del espacio.
Mientras que en la segunda vuelta, la cobertura mediática fue equilibrada entre Correa y Álvaro Noboa (Prian). En TV se le dio el 49,2% del tiempo al Presidente; mientras que en radio, el 52,6% de los minutos. Los periódicos le dieron 50,8% de sus páginas.
Este escenario se repitió en la reelección del 2009. El Primer Mandatario ocupó más de 1 700 minutos en los medios audiovisuales, de 3 500. La diferencia se distribuyó entre siete candidatos. Correa apareció en más de 73 publicaciones de prensa escrita.
Pero, para los gremios periodísticos y organizaciones sobre libertad de expresión si el Código de la Democracia se mantiene según el veto del Presidente, la información se limitaría y los candidatos no tendrían la posibilidad de difundir sus planes de gobierno, sus propuestas o incluso sus errores.
Según Fundamedios, “los periodistas deben seguir informando a los ciudadanos sobre todos los aspectos de la próxima campaña, sin limitación alguna. Los periodistas y medios de comunicación privados del país, no deben aceptar, además, ninguna negociación con el Consejo Electoral que signifique la legitimación de una norma que atenta contra derechos fundamentales, a través de la elaboración del reglamento que haga aplicable las restricciones en contra de su trabajo”.
Sin embargo, la Procuraduría cree que el veto del Ejecutivo se apega a la Constitución. El organismo pidió a la Corte Constitucional archivar las cinco demandas presentadas, porque consideró que las normas impugnadas gozan del respaldo de varios principios y reglas del control de la constitucionalidad. Además, sostuvo que los demandantes no han demostrado que el artículo 203 del Código viole los derechos.
“Definitivamente, no se advierte que la norma cuya inconstitucionalidad se alega contraríe una disposición constitucional, ni de fondo ni de forma”, argumentó el procurador Diego García.
Otros pedidos, desestimados
La Procuraduría también pidió que se desechen las tres demandas de la Coordinadora de las Izquierdas (MPD, Pachakutik, Participación y Montecristi Vive); y las que entregaron A. Libertad y Prian. Consideraron que la aplicación del método D’Hondt, para asignar escaños es inconstitucional, según lo estableció el ex Tribunal Constitucional; por favorecer a las mayorías.
Mediante un veto parcial, el Ejecutivo incluyó dos métodos para la distribución de curules que, según la oposición, consolidarán una repartición inequitativa que beneficiará a los movimientos fuertes. En las elecciones del 2009 se aplicaron dos sistemas: el conocido como D’Hondt, para escoger a los asambleístas nacionales, y el método Hare, para asambleístas provinciales. Pero para las próximas elecciones esa fórmula se modificó y se propusieron los métodos Webster para elegir a los legisladores nacionales y el D’Hondt para los provinciales.
Esta reforma electoral tiene sus defensores, uno de ellos es Virgilio Hernández, asambleísta de Alianza País. Él asegura que “se busca garantizar la pluralidad”.
Advierte que las reformas fueron introducidas a tiempo y que, un año antes de los comicios, los actores políticos podrán preparar las condiciones de su participación. “Los resultados no solo dependen de la fórmula electoral”.
Mientras el Pleno de la CC no se pronuncie sobre la inconstitucionalidad de estos métodos de asignación, el CNE planea tenerlos en el congelador. El vocal Juan Pablo Pozo aseguró que las medidas cautelares han sido acatadas. Reiteró que los tiempos y la agenda electoral oficial están en firme.