El prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, hizo una exhortación al país para construir la unidad nacional con un diálogo democrático, con participación ciudadana, pero sobre todo con esperanza de recuperar la libertad de “expresar nuestras ideas, nuestros sueños”.
Esta mañana en Guayaquil, se refirió al juicio que mantiene el presidente Rafael Correa en contra del Diario El Universo, sus directivos y el ex editor de Opinión, Emilio Palacio.
Propuso a los diversos sectores armar un gran frente nacional para hacer un seguimiento, de forma imparcial, a los procesos de libertad de expresión que deben darse en base a la ética de la comunicación y en la perspectiva democrática de concertación y no de enfrentamiento.
Carrasco dijo no estar de acuerdo que en el país “tengamos un modelo de Estado que va avanzando al control absoluto de todos los sectores de la comunicación y al control absoluto de todos los sectores que no son del Estado. Toda organización social o forma privada donde los ciudadanos podemos expresarnos está siendo dilapidada y atacada por el Gobierno. Por lo tanto los ciudadanos vamos perdiendo espacio para la expresión”.
El prefecto azuayo expresó que su respaldo a El Universo es por su historia y, fundamentalmente, porque está representando la lucha de la libertad de expresión en el país.
“Necesitamos un Gobierno concertador, que empiece a pensar en que hay que construir una agenda nacional. No queremos un Gobierno que polarice, necesitamos un Gobierno que deje la pelea del viejo oeste entre los buenos contra los malos. Aquel que no está con el Gobierno es enemigo, es malo. Necesitamos un Gobierno que permita la libre expresión”, acotó.
Según Carrasco, con estos hechos se demuestra que en el país se está perdiendo el equilibrio de los poderes que es lo que expuso desde antes de la Consulta Popular. A su criterio se está perdiendo la posibilidad que la democracia, sustentada en la institucionalidad, tenga instituciones y poderes independientes. “Lo que acaba de suceder con El Universo demuestra que el gobierno nacional tiene ya el control absoluto de la justicia y eso es preocupante”.
Anticipó que harán una lucha, día a día, para no llegar a tener un país donde el único que habla, que opina y que da las líneas es el gobierno central. “Un verdadero gobierno revolucionario lo que hace es permitir la libre expresión. Por lo tanto más bien debe dejar las rencillas personales y dedicarse a cambiar la verdadera situación el pueblo ecuatoriano, luchar contra la pobreza, el desempleo, la inseguridad”.