A puertas de iniciar el periplo por Latinoamérica, Mahmoud Ahmadinejad, presidente de Irán, anunció que está en condiciones de poner en funcionamiento en un “futuro próximo” un sitio subterráneo para el enriquecimiento de uranio.
En tanto, los expertos de la Unión Europea alcanzaron un principio de acuerdo para el embargo del petróleo iraní, decisión que puede ser ratificada mañana, informaron ayer fuentes diplomáticas.
La República Islámica advirtió que estaba preparada para bloquear el tránsito en el estrecho de Ormuz, si las sanciones afectan sus recursos petroleros, clave para la economía iraní.
Estados Unidos, por su parte, por medio del secretario de Defensa estadounidense, León Panetta, ratificó ayer que Washington reaccionará si Irán bloquea el estrecho de Ormuz (paso marítimo estratégico para el transporte de petróleo).
“Dijimos claramente que Estados Unidos no tolerará la clausura del estrecho de Ormuz”, dijo en una entrevista difundida por la cadena CBS.
Panetta manifestó que esa decisión constituye “una línea roja” y si es atravesada Estados Unidos “responderá”, y agregó que si bien Irán no está desarrollando armas atómicas, las sanciones económicas son la mejor forma de detener esta posibilidad.
El jefe de la organización para la energía atómica iraní, Fereydoun Abbasi Davanien, dijo que Teherán avanzará en la producción de uranio enriquecido en la planta de Fordow, con capacidad para llevar los niveles a 20 por ciento; pese a los reclamos de países occidentales.
El uranio enriquecido sirve en niveles de 20 por ciento para planes civiles, pero si se incrementa por encima de 90 por ciento abre la capacidad de crear armas nucleares.
También expresó su predisposición a reanudar negociaciones sobre sus planes nucleares con países como EE.UU., Francia, Gran Bretaña, China y Rusia.