La disputa por la instalación de un busto del ex presidente León Febres Cordero en el barrio Las Peñas de Guayaquil se centró ayer en un enfrentamiento verbal entre el alcalde, Jaime Nebot, y el Gobierno, esta vez representado por el gobernador del Guayas, Roberto Cuero.
Los delegados del grupo Diabluma fueron agredidos el miércoles, en la audiencia en la que se debatió una acción de protección contra la instalación del monumento en el barrio Las Peñas. Ayer anunciaron acciones penales y Cuero los respalda aduciendo que no permitirá agresiones.
Antes de la audiencia, simpatizantes de Nebot sacaron a empellones a jóvenes de Diabluma, que asistieron a la diligencia en la Corte de Justicia del Guayas. En esa audiencia participaron, de parte del Gobierno, el director regional de Patrimonio Cultural, Esteban Delgado; y a favor de los promotores del monumento el asambleísta de Madera de Guerrero Andrés Roche. La audiencia no finalizó porque en medio de las argumentaciones, Roche acusó a Delgado de “vendido”. El juez, Miguel Piedra, suspendió la audiencia, lo que desembocó en agresiones contra Delgado.
Nebot arremetió contra Diabluma y el juez. “En los países donde la justicia es independiente nadie puede ordenar a los jueces, solo la conciencia y la ley… Los cobardes se refugian en los cuarteles, las audiencias son en las cortes y no en los cuarteles, que son para los policías y los militares y no para los jueces”. Según el Alcalde, la continuación de la audiencia se haría en el Cuartel Modelo.
Su discurso -durante un recorrido de obras- subió de tono al indicar: “Señores, que lo sepan bien. Me importa un carajo lo que diga un juez corrupto y le importa un carajo al pueblo de Guayaquil”.
Cuero responsabilizó a Nebot de las agresiones. “No podemos dejar que este grupo de garroteros intente hacer caer en el caos a la ciudad. Señor Nebot, agarre y coja a sus garroteros porque si no yo los voy a parar con la ley”.
Dijo el funcionario que entre los agresores habrían estado policías municipales vestidos de civil.