Y ahora el pueblo, que se alza en la lucha, con voz de gigante, gritando adelante… El disco del grupo chileno Quilapayún canta a través de los parlantes de la tarima ubicada en el parque El Ejido (centro de Quito). “El pueblo unido, jamás será vencido”, corean los profesores, que a las 15:30, de ayer, rodeaban la zona del monumento a la Hoguera Bárbara.
Trabajadores, maestros, estudiantes, integrantes del Seguro Social Campesino, la Plataforma Nacional por los Derechos de las Mujeres; activistas políticos de Montecristi Vive, Participación y MPD, aglutinados en la Coordinadora por la Unidad de las Izquierdas, quieren resaltar que han unificado sus luchas.
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En el 2002, la Coordinadora de Movimientos Sociales, que incluía a sectores urbanos, trabajadores, barrios, grupos eclesiales, mujeres, se diluía. Así lo recuerda Napoleón Saltos, quien fue su secretario general. Hasta entonces, el mayor logro de esta organización que trabajó junto con la Conaie se materializó en la caída de Jamil Mahuad, en el 2000.
En esa época se planteaba un programa de gobierno, una propuesta de estado plurinacional…
Además había otras reivindicaciones laborales y de defensa del petróleo, de la soberanía, hasta que la Coordinadora se fue dispersando cuando varios miembros se aliaron al régimen de Lucio Gutiérrez, que se apropió de su plataforma de lucha.
Ahora estamos en otra etapa -sostiene- Alberto Acosta, ex presidente de la Asamblea Constituyente, ex militante de Alianza País, líder de Montecristi Vive. Sonríe cuando la profesora Katty Dueñas, de Santo Domingo de los Tsáchilas, le grita: “Es urgente, urgente, Acosta presidente”.
Acosta dice no con un movimiento de cabeza. Repite que la convocatoria es el inicio de una movilización democrática pacífica. Recuerda que antes luchaban en contra del neoliberalismo. Le suena contradictorio pedir que no se criminalice más la protesta social, si en Montecristi se concedió amnistía para 600 personas, víctimas de criminalización impuesta por las transnacionales.
A Mesías Tatamuez, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), le preocupa que el Gobierno busque dividir a los gremios, con la amenaza de crear organizaciones paralelas o debilitando a las asociaciones profesionales, como las de abogados, etc. Por eso, indica, es hora de fortalecer y unir al movimiento social.
La alianza no es una deformación del movimiento social, dice Pablo Ospina, profesor de la U. Andina. Apunta que el auge de las movilizaciones se registró en los ochenta y mediados de los noventa hasta el 2002. Ahora hay otra oportunidad, respondida con contramarchas, pero “la mejora de condiciones de vida de las mujeres, los procesos de democratización… se han conseguido así”.
3 000 maestros reclamaron
Pasadas las 16:00, con banderas rojas, unos 3 000 miembros de la Unión Nacional de Educadores (UNE) partieron de el Ejido rumbo a la Asamblea Nacional. “Sueldos justos a contratados” se leía en el cartel que portaba Marco Enríquez, con un rol de pagos: USD 285,15 de sueldo mensual.
Los maestros, apoyados por trabajadores y sindicalistas coparon la av. 10 de agosto. Mariana Pallasco, presidenta de la UNE explicó que el objetivo de la manifestación era entregar a la Asamblea un documento donde constan 38 reformas a la Ley de Educación Intercultural Bilingüe.
Entre las consignas también está recuperan la autonomía del instituto nacional de evaluación docente. Actualmente “se ponen a dedo” los miembros de la junta de evaluación. “Con el apoyo de 70 000 firmas exigimos que se frene la explotación laboral de las 40 horas reloj”. Para Pallasco, la peor parte se llevan los maestros contratados quienes ganan USD 300 por 40 horas de trabajo.
Luis Chancay, titular de la UNE Guayas exigía al Ministerio que cumpla recategorización de salarios. “El 85% del magisterio mantiene el mismo sueldo. Víctor Ayoví, esmeraldeño, demandaba el retorno del almuerzo escolar para los niños del sector rural.
La manifestación llegó hasta la Asamblea, pero un cerco policial le impidió el paso.
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El Arbolito, el centro de la resistencia política, durante una década de conflictividad social
Julio-agosto 1999
Delegaciones de trabajadores de la salud, eléctricos, petroleros, estudiantes y maestros, articulados en el Frente Patriótico, protestaron en contra de la Ley de Modernización y las reformas al Seguro Social.
Enero 2000
Miles de indígenas acamparon en el parque El Arbolito para alistar una nueva movilización contra el Gobierno de Jamil Mahuad. Él fue derrocado del poder el 21 de enero con la venia militar.
Octubre 2001
En El Arbolito se citaron grupos críticos al Acuerdo de Libre Comercio para las Américas. En Quito hubo un foro de 800 empresarios y 34 cancilleres del continente para fijar la agenda del ALCA.
Octubre 2005
Los indígenas escogieron el día de la resistencia (12 de octubre) para protestar contra la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC), durante el gobierno de Alfredo Palacio. Se afincaron en este parque.
Octubre 2009
Centenares de indígenas de la Conaie se congregaron, el 5 de octubre, desde las 10:00, en El Arbolito. A las 13:00, salieron en gran manifestación hasta Carondelet. Correa montó mesas de diálogo.
En El Ejido y en La Carolina
Los grupos opositores y los tuiteros se concentraron
Alberto Acosta y Gustavo Larrea, dos figuras cercanas al correísmo en el inicio de la revolución ciudadana apoyaron las marchas de la UNE y de los trabajadores en el parque El Ejido. En la Campana de la Paz (La Carolina) decenas de tuiteros se hicieron presentes.
El pliego de hoy, es distinto al de ayer…
Hace 10 años
1 Reforma del Estado. Pese a que en 1998 se aprobó una nueva Constitución, en el 2000 los movimientos sociales buscaban una nueva Constituyente que cambiara el modelo “neoliberal”.
2 No al libre comercio. En el 2001 se cuestionó el ALCA como estrategia comercial hemisférica. En el 2005, indígenas y movimientos sociales se opusieron con fuerza al TLC con EE.UU.
3 El reparto de tierra. Fue desde 1990 la principal consigna de la política indígena para mantener el control de sus territorios.
4 El Plan Colombia y la Base de Manta. Los dos temas que más rechazo generaron de la política exterior ecuatoriana. Críticas a la cercanía política con EE.UU.
5 La flexibilización laboral era sinónimo de precarización, en los años de la crisis económica.
En la actualidad
1 Democracia vs. autoritarismo. Los movimientos sociales critican al Gobierno porque “criminaliza la protesta social” y “coarta las libertades”. Exigen que se respete la Constitución de Montecristi.
2 No al libre comercio. Aunque sin la misma fuerza de hace siete años, los indígenas insisten en que Ecuador no debe firmar ningún TLC, esta vez, con la Unión Europea.
3 El reparto de tierra. Aún es un tema bandera; más aun cuando el Gobierno no ha logrado impulsar la llamada ‘Revolución Agraria’.
4 La minería y el agua son los nuevos y poderosos temas en el debate político-ambiental. La minería abierta y a gran escala marca las tensiones con el Régimen.
5 No a los despidos. La política laboral en el sector público despierta la queja de los sindicatos.