La ministra de Transporte y Obras Públicas, María de los Ángeles Duarte, utilizó la misma estrategia del presidente Rafael Correa, en el juicio civil por supuesto daño moral que ella sigue a los periodistas Juan Carlos Calderón y Christian Zurita, autores del libro El Gran Hermano. Planteó un recurso de juramento diferido para el próximo lunes.
Esto significa que el juez XXI de lo Civil de Pichincha, Rubén Giler Cedeño, va a receptar la versión de la ministra Duarte como parte de las pruebas acusatorias dentro del juicio civil.
Calderón, uno de los acusados, calificó de ilegal el recurso. Argumentó que solo aplica para juicios de tipo laboral.
El abogado de la Secretaria de Estado, Bernardo Morán, hizo formalmente el pedido al Juez, argumentando que la versión de Duarte servirá para “acreditar el valor de los daños que me han sido irrogados, toda vez que obra acreditado del proceso el acto ilícito….”.
Duarte demandó a los autores del Gran Hermano y pidió un pago de USD 500 000, por cada uno, como reparación del supuesto daño moral que le habría causado la redacción de un pie de foto en la página 49 del libro.
La defensa de Calderón y Zurita dice que ha presentado 25 pruebas documentales que desvirtúan el supuesto daño moral. A su juicio, la propia funcionaria tampoco ha logrado probar de manera contundente la afección que aparentemente le habría causado ese pie de foto.
En noviembre, Correa rindió juramento deferido en la causa civil que también sigue a los periodistas por daño moral. El Presidente pide USD 5 millones a cada uno, como reparación.
La defensa de Calderón y Zurita ha centrado su estrategia en exigir que los acusadores demuestren, con todas las evidencias del caso, que tanto Correa como Duarte han sufrido daño psicológico por la publicación del libro y que, por ello, perdieron las exorbitantes sumas de dinero que demandan.