Unos 1200 integrantes de las organizaciones sindicales de instituciones públicas y sociales de la Provincia de los Lagos fueron los primeros en recorrer unos 2 kilómetros. Foto: EL COMERCIO
En Ibarra, provincia de Imbabura, en el norte de Ecuador, se efectúan hoy, 1 de mayo de 2015, tres movilizaciones en conmemoración por el Día Internacional del Trabajo.
Las tres marchas se realizan por separado pero tienen un mismo objetivo: se oponen a la política laboral del Gobierno del presidente Rafael Correa.
Las marchas recorren las calles céntricas de la capital imbabureña. Esta mañana, la calle Bolívar, una de las principales arterias de la urbe, pocos locales comerciales abrieron sus puertas.
Una tenue llovizna acompañó en una parte del recorrido a los obreros del Frente de Defensa de los Derechos de los Trabajadores de Imbabura. Unos 1200 integrantes de las organizaciones sindicales de instituciones públicas y sociales de la Provincia de los Lagos fueron los primeros en recorrer unos 2 kilómetros.
Luego de una caminata que duró 37 minutos, los trabajadores llegaron al parque Pedro Moncayo, en donde se encuentra la sede de la Gobernación de Imbabura. Más de un centenar de policías protegen las inmediaciones de este edificio público.
Según Patricia Amaya, coordinadora de este frente, esta es una jornada de protesta en contra del Gobierno Nacional al que le atribuye de amedrentar los derechos del pueblo.
Los gritos de “Fuera Correa, fuera” antecedieron a la segunda movilización en la que participaron más de 2 000 personas. En este grupo iban militantes de la Unión Nacional de Educadores, del sindicato del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, jubilados, pobladores de comunidades, entre otros.
Por su parte, los miembros de la Federación de Indígenas y Campesinos de Imbabura, Chijalta FICI se concentraron en el parque de El Ejido, en sur de la Ciudad Blanca.
Rocío Cachimuel, presidenta de la FICI, asegura que esta actividad es tomada como una resistencia de los pueblos para pedir al Gobierno que se redistribuya la tierra y el agua como una garantía para la soberanía alimentaria.