Hernán Salgado: ‘Debo actuar como quiere la mayoría de la institución’

Entrevista a Hernán  Salgado Presidente de la Corte Constitucional. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Entrevista a Hernán Salgado Presidente de la Corte Constitucional. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Entrevista a Hernán Salgado Presidente de la Corte Constitucional. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

¿Cuál es la perspectiva de Estado con una Corte Constitucional nueva?
Es algo importante para un país el que pueda haber un órgano de Justicia, de control constitucional, que sea independiente, honesto y que, al mismo tiempo, despache sentencias de calidad. Eso es lo que nos habíamos propuesto y estamos tratando de alcanzar. Así vamos a hacer bien al país.
La seguridad jurídica es la que está en juego.

Es una deuda que la Justicia tiene con el Ecuador. Todos han reclamado que la justicia ordinaria no funciona tan bien y la Corte Constitucional anterior tenía un sometimiento total al Ejecutivo. Eso no puede ser así. Y peor todavía cuando hay desbordamientos que pueden hacer pensar en corrupción y que, efectivamente, se ha visto que algo ha habido en ese campo.

¿Hay visos de corrupción en la anterior Corte?
La mayoría de los jueces habíamos oído de ciertas situaciones demasiado irregulares. ¿Cómo es posible que haya casos que se despachaban cuando había buenas cuantías y que haya otros casos guardados? Eso hace sospechar que es anormal, que solo se explicaría por corrupción. Después oímos que había valor para las sentencias. Desde que vinimos nuestra preocupación fue tomar contacto con la Contraloría para pedir auditorías. Si de eso sale algo negativo, tenemos que acudir a la Fiscalía. 

¿Hay procesos abiertos?

Prefiero no concretar nombres de exfuncionarios, pero sí... existen procesos en Fiscalía, donde se establecen responsabilidades. El caso de la señora Pamela Martínez (exvicepresidenta de la defenestrada Corte Constitucional) indudablemente también nos molestó, nos entristeció, porque en este órgano tan importante se actuó de esa manera, haciendo y deshaciendo abusivamente y con arbitrariedad.

El correísmo dice que para que el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social pueda rever las decisiones del Consejo Transitorio, esta Corte Constitucional debería ser defenestrada.
Estos hechos ya estaban previstos, que al haber un nuevo Consejo quizá querrían desbordarse y hacer investigaciones al Consejo del doctor Trujillo, que en paz descanse. Hay que recordar a todo el Ecuador que cuando se eligió al Consejo Transitorio en consulta popular del 2018, se le dio una potestad especial para una evaluación, y con base en eso cesaba funcionarios. También estaban autorizados para nombrar nuevos funcionarios. El nuevo Consejo no tiene esas atribuciones, porque está ajustado a lo que manda la Constitución. No tiene esa excepcionalidad.

José Tuárez pidió ayuda a jurisconsultos para encontrar resquicios legales y que las acciones del Consejo Transitorio sean revisadas por el Cpccs.
Es una actitud de alguien que no conoce el ordenamiento jurídico, menos el constitucional. Por eso tiene que pedir ayuda. Que lo haga. Pero no va a poder cambiar las cosas, porque están dadas las normas. Eso significaría volver al caos, y el Ecuador ya no puede estar en esas situaciones de institucionalidad frágil.

El Consejo tiene una mayoría que puede aprobar cualquier cosa. En un hipotético caso de que evalúe a la Corte Constitucional y la defenestre, ¿qué harán?
Siempre dije desde mi posesión como juez constitucional, y más todavía como presidente, que sabremos defender a la Corte Constitucional dentro de los parámetros que establece la Constitución del 2008. Nos defenderemos en esa área, no estaremos con insultos. Nuestro papel es jurídico, es constitucional.

Tenemos la preparación y la honestidad suficientes, una hoja de vida llena de aspectos positivos y tendremos el valor moral y jurídico para enfrentarnos.

En el dictamen del matrimonio igualitario hubo votación dividida y usted salió a defender la decisión de la Corte, a pesar de que estuvo en la minoría. Una posición que no se ha visto en órganos colegiados.
Es muy difícil alcanzar aquello. A veces, la edad ayuda. Si yo estoy de presidente de esta Corte, tengo que actuar como la mayoría de esa institución quiere. Tengo que dejar de lado mis anhelos, mis deseos de que no debería ser así. Siempre es necesario explicar, por ejemplo, en el caso al que usted se refiere. Revisen las sentencias de mayoría y de minoría, todo está según el ordenamiento jurídico. Ahí, en esas sentencias, no van a encontrar nada de religión, nada de afectos o desafectos a determinados seres humanos. Todo es jurídico, que si cabe interpretar o no, qué interpretación tomaríamos y para qué sería. Los derechos de estas personas hay que defender. Me vanaglorio de que esta Corte lo haya hecho así, aunque no sea lo que yo hubiera querido, todo está dentro de parámetros jurídicos, lo que es difícil de alcanzar, porque pueden venir matices de otra índole: política, religiosa, moral. El Derecho está unido a la moral, lo reconozco, y está unido a la ética social. Si el derecho está bañado en todo eso, tenemos que dilucidar lo que más podamos para estar siempre en lo jurídico.

Hoja de vida 
Hernán Salgado (Cuenca, 1939) es abogado graduado de la Universidad de Guayaquil.

Tienen un doctorado en Ciencias Políticas de la Universidad de La Sorbona de París, Francia.

Experiencia como juez 

Fue magistrado y Presidente de la Corte Intera­mericana de Derechos Humanos (1997-1999).

También fue juez y Presidente de la Corte Suprema de ­Justicia (2005-2008).
Fue magistrado del Tribunal Constitucional del Ecuador.

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