La decisión sobre el asilo político a Julián Assange, fundador de Wikileaks, entra en etapa decisiva. El Gobierno ecuatoriano aseguró el viernes pasado que anunciaría su resolución luego de los Juegos Olímpicos de Londres, que concluyeron ayer.
Con este pronunciamiento terminaría la espera que empezó el 19 de junio pasado, cuando Assange se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres.
Según ha adelantado el Régimen, el Ecuador no permitirá que se juzgue a Assange y se lo condene a una posible pena de muerte en Estados Unidos. Esto, a pesar de que ese país no ha solicitado su extradición, por la filtración de miles de documentos secretos de su Departamento de Estado.
Assange es requerido por las autoridades suecas por dos supuestos casos de abuso sexual, pero el activista australiano denuncia que se trata de una estratagema de Washington para llevarlo a Estados Unidos y someterlo a un proceso judicial en venganza por la publicación de los documentos.
Por ello, el presidente Rafael Correa afirmó que la decisión que tome el Gobierno respetará el derecho a la vida. “Ecuador quiere mucho a Suecia, al Reino Unido, pero tomaremos una decisión soberana”, señaló el 4 de agosto pasado en un enlace.
Sin embargo, Gran Bretaña debe pronunciarse luego de la decisión de Ecuador. La Policía de Scotland Yard ya anunció que el momento en que Assange deje la Embajada ecuatoriana será detenido, por violar las condiciones del arresto domiciliario en el que se encontraba el australiano.
Estados Unidos ha preferido no pronunciarse sobre el tema, solo aclaró que la Justicia de ese país no ha requerido a Assange.