Al menos ocho años más durará la exclusividad de la organización de loterías que mantiene en el país la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG).El reciente veto presidencial al Código Orgánico de Ordenamiento Territorial, Autonomías y Descentralización (Cootad), de 107 páginas presentado la noche del viernes, señala la potestad de que las loterías sean organizadas a nivel regional.
La Constitución precisa que, una vez aprobado el Cootad, existe un plazo de ocho años para conformar las regiones.
Este punto varió respecto al proyecto que aprobó la Asamblea, en el cual la organización de rifas, sorteos y loterías, se extendía también a prefecturas, cabildos y juntas parroquiales.
Los directivos de la Junta no se pronunciaron ayer sobre el veto. Werner Moeller, director, está fuera del país. Ernesto Noboa, vicedirector, dijo que primero leerá el documento. Y Orlando Murillo, vocero de prensa de la Junta, dijo que habrá un pronunciamiento mañana.
En su veto al artículo 172 el presidente Rafael Correa señala que con la finalidad de evitar que existan monopolios en la organización de loterías, y para que los gobiernos autónomos tengan otras fuentes de recursos propios, es acertado que puedan organizar rifas y sorteos.
Sin embargo, agrega, la organización de loterías tiene un grado de complejidad mayor por lo que su organización deber ser mínimo a nivel regional. De allí propone que “solo los gobiernos autónomos regionales podrán organizar loterías”.
El asambleísta Andrés Roche (Madera de Guerrero), dijo que lo que ha hecho el Presidente es alargar el tema de la Junta. “Existe un plazo constitucional de 8 años para que estén en marcha las regiones. Puede ser que se constituyan o no, pero le está dando la facultad de organizar loterías solo a estas”.
Pero, recordó que según la propia Constitución, los distritos metropolitanos tienen iguales facultades de las regiones. “Si vemos las intenciones del Alcalde de Quito de terminar el trámite para convertirse en Distrito Metropolitano, significa que podría también hacerle competencia a la Junta”.
Para Jimmy Jairala, prefecto del Guayas, el veto constituye una especie de salida salomónica porque le da a la Junta de Beneficencia al menos varios años más de exclusividad.
“Está en manos de la Asamblea el rechazar el veto. Pero es algo que difícilmente se va a dar porque la oposición no cuenta con los votos. A la Junta le tocará buscar nuevas alternativas de financiamiento”, dijo.
El presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Eduardo Peña, consideró que una parte positiva del veto parcial al Cootad es que no se permitirá la proliferación de loterías o rifas de forma inmediata.
“Lo terrible hubiera sido que de aquí a mañana aparecieran rifas, sorteos, loterías, de dudosa reputación, donde no sabríamos a dónde se va el dinero”.
Sin embargo, la decisión no lo dejó completamente tranquilo. Dijo que confía en que luego haya una modificación al respecto, para que no se perjudiquen los ingresos de la Junta.
De los USD 120 millones anuales que invierte la institución en sus cuatro hospitales el 40% proviene de las loterías. El 50% de los pacientes provienen de otras partes del Guayas. Y recordó que la Junta surgió por una ausencia del servicio de salud de parte del Estado.
El presidente del Colegio de Médicos del Guayas, Armando Salcedo, manifestó estar muy decepcionado. “De igual manera se le está quitando la exclusividad a la Junta y eso va a repercutir en su financiamiento”.
Salcedo sostuvo que los médicos que trabajan en los hospitales de la Junta tienen problemas para que se les mejore sus ingresos. Ello, debido a que el financiamiento de la entidad es limitado. “¿Qué será cuando se le quite ese 40% de ingresos con la venta de lotería?”, cuestionó.
Otro tema polémico en el veto es el de las rentas. Andrés Roche calificó de perjudicial las variables de la fórmula para calcular la entrega de los recursos.
“El elemento distorsionador de distribución de rentas persiste en el veto. Se castigará a los municipios eficientes que logren satisfacer las necesidades básicas, porque recibirán menos rentas y no se reconocerá esa eficiencia que la tenían valorada en 0 y que ahora será de 5. Pero esa compensación sigue siendo muy poca”, agregó.