Ecuador no se quita el estigma de que sigue siendo inestable y jurídicamente inseguro. Los testimonios de siete asambleístas, que representan a un arco iris de la oposición al Gobierno, aseguraron que se vive casi “una dictadura” y eso en Washington es solo la continuación de una larga historia.En los mismos espacios que, hace dos meses tuvo Fernando Cordero, presidente de la Asamblea Nacional, para explicar que en el Ecuador sí hay libertad de expresión y un buen ambiente para la inversión, los asambleístas se encargaron de decir lo contrario.
Ese discurso lo repitieron en reuniones con Santiago Canton, secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de DD.HH.; con Peter Quilter, del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso; con Catalina Botero, de la Relatoría Especial de Libertad de Expresión de la OEA. Además, hablaron con la colonia ecuatoriana y con la cadena CNN.
El asambleísta César Montúfar dijo que anunciaron los peligros de la Ley de Comunicación. “Le explicamos el poder del veto del presidente (Rafael Correa) y la posibilidad de que la ley sea cambiada sin importar el proyecto que se apruebe. Por eso es importante lograr un acuerdo que incluya el no allanamiento al veto”.
El acoso judicial y verbal contra los periodistas fue un tema permanente en la agenda. Para Freedom House, una organización que vela por la libertad de prensa en el mundo, eso no es novedad, pues desde el 2008 se está alertando sobre atropellos.
En su reporte del 2009, el último disponible, dice que: “El ambiente de la prensa en Ecuador muestra un deterioro, al tiempo que el Gobierno los regula y restringe”. Y destaca, que Correa “frecuentemente insulta a periodistas y a ejecutivos de medios a quienes acusa de corrupción”.
Para los asambleístas, los ataques a la prensa y a todo quien disienta con el Régimen son permanentes. “Hay muchos periodistas fuera de sus trabajos por expresar sus ideas en contra del Gobierno”, dijo Andrés Páez, de la ID .
En esa opinión lo secundó el representante de Sociedad Patriótica, Fausto Cobo, para quien la Ley de Comunicación debe llamarse: ‘ley mordaza’, porque tiene la intención de controlar a los medios y atentar contra las libertades.
En cambio, el embajador en Washington, Luis Gallegos, sostuvo que la visita es una demostración de la democracia ecuatoriana. Aseguró que el debate interno, sobre proyectos como la Ley de Comunicación, continúan como un elemento democrático.
Más allá de las preocupaciones sobre el deterioro de la libertad de expresión, en Washington este problema se ve en un contexto general que abarca la ausencia de un marco jurídico para la inversión, un acercamiento sin reglas hacia China para los avances del proyecto Coca-Codo Sinclair, “que no tiene estudios técnicos, eso es alarmante”, dijo Evan Ellis, profesor del Centro de Estudios de Defensa del Hemisferio.
“Veo que el Gobierno está jugando con arma de doble filo cuando se aprovecha de esa popularidad de la que aún goza y a nombre de ese respaldo amenaza a la libertad de expresión”.
Para Stephen Donehoo, director de McLarty Associates que se encarga de hacer consultoría internacional corporativa, el que no haya una independencia de la justicia aleja cualquier deseo de invertir. “Los inversionistas no pueden ir a arbitrajes internacionales porque la nueva Constitución ecuatoriana lo prohíbe”.
Gallegos, quien tiene que lidiar con asuntos comerciales, reconoció que a la luz de los nuevos escenarios, “Ecuador está revisando su política de convenios bilaterales de inversión, pero que el país siempre tiene en mente que su principal socio es EE.UU. El interés mutuo es sostener una relación de beneficio mutuo”.
3 legisladores de A. País critican el viaje
Tres miembros de la Comisión de Comunicación y de la bancada de Alianza País, coincidieron en que el viaje de sus colegas a Washington fue solo una maniobra política.
Los asambleístas de la oposición: César Montúfar, Andrés Páez, Leonardo Viteri, Fernando Aguirre, Fernando González, Magali Orellana y Fausto Cobo fueron a la capital de Estados Unidos para denunciar abusos contra la prensa en el país.
Ante sus denuncias, los legisladores oficialistas opinaron que el reclamo no tiene sustento, porque la Ley de Comunicación todavía no está vigente.
Para la asambleísta Betty Carrillo, quien fue presidenta de la Comisión de Comunicación, no es correcto lo que hizo esta comitiva en Washington. “Parte de respetar la soberanía de un país, es resolver los problemas dentro del mismo”, sostuvo.
Rolando Panchana, vicepresidente de la Asamblea, declaró que “ellos (los asambleístas de oposición) tienen derecho de hacer esas denuncias, “pero que le parece que fue un bonito paseo el que hicieron a EE.UU.”.
Otro integrante de la Comisión de Comunicación, Ángel Vilema, consideró que “este viaje es un síntoma de que se está buscando un camino para desestabilizar al Gobierno”.
Además, los tres asambleístas coincidieron en que el principal objetivo de este viaje fue establecer una posición política sobre la ley de medios. Según los gobiernistas, hubo un diálogo suficiente sobre la norma, incluso de los puntos que ahora cuestionan.
También aseguraron que la intención es crear una mala imagen del país en el exterior. Ese propósito se evidencia cuando los legisladores manifestaron que no hay respeto a la libertad de expresión y que existe un acoso a varios periodistas.