Llegó con su comitiva diplomática liderada por el canciller Haroldo Rodas, a bordo de un jet privado. Su primera parada fue en el Monumento a los Héroes de la Independencia, donde colocó una ofrenda floral con la forma del escudo de armas de Guatemala.
Con los Granaderos de Tarqui formando calle de honor, Colom saludó con los niños de la Escuela República de Guatemala. La entrega de la ofrenda florar duró menos de lo planeado y el Mandatario guatemalteco debió esperar para que Rafael Correa bajara a la puerta principal de Carondelet para darle la bienvenida. En la espera, Colom aprovechó para saludar y tomarse varias fotos con algunos ciudadanos.
El tráfico se detuvo 40minutos en la calle García Moreno, facilitando así que los transeúntes pudieran acercarse hacia el balcón para mirar a los dos presidentes. Las notas del Himno Nacional fueron entonadas por la banda presidencial y en murmullos, en especial las mujeres, se acercaban más para “poder ver al Presidente”. Un grito de “Viva el Presidente del Ecuador” dio punto final a las notas del Himno.
Después de su reunión de trabajo, Correa y Colom expresaron su rechazo a las leyes que “criminalizan y penalizan” la situación irregular de los migrantes.
En ese marco, instruyeron a sus cancillerías para agilizar la firma de un memorando de entendimiento sobre la lucha contra el tráfico ilícito de migrantes y protección de las víctimas de este delito. Además, estimaron necesario que los flujos migratorios se den de manera ordenada, segura y con respeto a los DD.HH.
Ambos países también suscribieron acuerdos de un mecanismo de consultas y de reciprocidad en el libre ejercicio de actividades de familiares dependientes de diplomáticos. Por último, Colom fue declarado Huésped Ilustre por el Cabildo de Quito.