Asma al-Assad, la atractiva esposa del presidente sirio Bashar al-Assad, y el gobierno del presidente Rafael Correa tienen una cosa en común. Ambos han recurrido a una gigante firma de relaciones públicas para mejorar la imagen internacional de sus países.
Se trata de Brown Lloyd James, una afamada y polémica firma dirigida por un ex mánager de los Beatles y que ha trabajado con gobiernos como el libio de Muamar el Gadafi, con la fundación de Tony Blair (ex primer ministro del Reino Unido), con la cadena noticiosa Al Jazeera y con el Gobierno de Gabón.
El diario The Washington Post, el 19 de julio, en su blog The Loop, divulgó la noticia de la contratación de la firma por parte de la Embajada del Ecuador en Washington. La investigación fue hecha por O’Dwyers, una publicación reputada en el mundo de las relaciones públicas.
La propia empresa confirmó a The Washington Post y a EL COMERCIO haber iniciado una relación con el Gobierno ecuatoriano. Según la información, Ecuador paga USD 30 000 mensuales por la asesoría (ver entrevista).
En el caso de Asma al-Assad, el tema apareció cuando miles de correos del Gobierno sirio se filtraron y los publicó Wikileaks. Cobró notoriedad cuando una periodista que hizo un perfil de la primera dama siria para la revista Vogue publicó detalles de su experiencia con la firma.
Para la periodista Emily Heil, de The Washington Post, el Ecuador tiene buenos motivos para recurrir a Brown Lloyd James, al igual que los tuvo Asma al-Assad, como lo reveló la filtración hecha por Wikileaks y que sacó al aire la forma en que el Régimen sirio ha tratado de mejorar su imagen.
No hay duda de que la presencia del Ecuador en Washington está necesitada de un lavado de imagen, dice Heil en The Loop, ya que el país se encuentra en lo que los expertos en relaciones públicas llaman “desafíos” por varios motivos. Uno de ellos, que el fundador de Wikileaks, Julián Assange, está a la espera del asilo político en la Embajada ecuatoriana en Londres. Dos, según el reporte de Heil, que el país va a desafiar las sanciones a la compra de petróleo iraní. Tres, los intentos de “mano dura” presidente Correa de silenciar a sus críticos en los medios.
Sin embargo, Brown Lloyd James ha tratado de diferenciar al Ecuador de otros países para los que ha trabajado, sostiene The Loop. “Creemos en la importancia de ampliar las relaciones con países que son reconocidos por la diplomacia de los EE.UU.”, ha dicho la firma en una carta dirigida a este blog informativo. “EE.UU. y Ecuador mantienen fuertes vínculos de seguridad, comerciales y culturales. Con más de 1,5 millones de ecuatorianos viviendo en EE.UU, miles de estadounidenses viviendo en Ecuador y vibrantes interacciones de negocios y sociedad civil, una comprensión más profunda es necesaria. Estamos contentos de tener un rol en eso”, se dice en la misiva.
‘La rosa del desierto’
Brown Lloyd James fue oficialmente contratada por la oficina de la primera dama de Siria el 10 de noviembre del 2010 por USD 5 000, con el fin de ayudar a conseguir y ejecutar un artículo que apareció en la edición de marzo del 2011 de glamorosa revista Vogue. El artículo se titulaba ‘ La rosa del desierto’ y fue retirado de la página web de la revista por el impacto que significaba mantenerlo cuando Bashar al-Assad inició su brutal represión a las protestas pacíficas de ese mes.
Tiempo después, la autora de la nota, Joan Juliet Buck, escribió en el portal The Daily Beast un testimonio sobre cómo hizo la entrevista y la forma en la que Brown Lloyd James y el gobierno de Siria manejaron la gestión y la ejecución de la entrevista. Cuando Joan Juliet Buck llegó a Damasco todo estaba arreglado para que Assad y su esposa Asma proyectasen la imagen de una familia moderna, occidental y que dedicaba su tiempo a jugar con los hijos.