Ecuador enfrentó los paros más fuertes en la década de 1980

El 23 y 24 de marzo de 1983, el gobierno de Osvaldo Hurtado enfrentó una de las mayores huelgas por la devaluación de la moneda.

El 23 y 24 de marzo de 1983, el gobierno de Osvaldo Hurtado enfrentó una de las mayores huelgas por la devaluación de la moneda.

El 23 y 24 de marzo de 1983, el gobierno de Osvaldo Hurtado enfrentó una de las mayores huelgas por la devaluación de la moneda. Foto: ARCHIVO EL COMERCIO

Las calles de Quito lucían desoladas ese 24 de marzo de 1983. El Frente Unitario de Trabajadores (FUT) había convocado a un paro nacional de 48 horas que resultó exitoso, en parte, por las alianzas que logró con sectores estratégicos.

La gente no podía movilizarse de un lugar a otro porque no había taxis ni transporte público. La Federación Nacional de Choferes y la Confederación Nacional de Transportistas plegaron al llamado del FUT, que entonces aglutinaba a 150 organizaciones sindicales.

Las clases se suspendieron, al igual que las labores en el sector público. Los negocios como tiendas y farmacias cerraron. Los industriales, Cámara de la Construcción, automotriz, agricultura plegaron al paro y frenaron sus actividades.

Lo que detonó la protesta social fueron las medidas que adoptó el gobierno de Osvaldo Hurtado. Incluyeron el incremento del precio de productos básicos como la leche y la devaluación del sucre.

“El gobierno de Osvaldo Hurtado no contaba con el apoyo que goza ahora el Gobierno de Rafael Correa”, puntualiza el analista político Simón Pachano. “La situación económica era distinta, pues el Ecuador enfrentaba la crisis que en América Latina se conoció como la deuda externa con la denominada década perdida”.

Además -sigue Pachano- el Gobierno actual tiene a su disposición una amplia red de comunicación que le permite enviar su mensaje a más ciudadanos, lo que en 1983 era impensable.

El papel de los estudiantes también fue más protagónico en las calles, donde se registraron enfrentamientos con la Fuerza Pública. En las imágenes que este Diario guarda de la época incluso se ven tanquetas de la Policía incendiadas en el Centro de Quito.

En la década de 1980 se dieron las manifestaciones de los trabajadores con mayor impacto, desde el retorno a la democracia (1979), como se reseña en el libro ‘Historia del Movimiento Obrero Ecuatoriano’, de Patricio Ycaza.

El gobierno de León Febres Cordero enfrentó siete huelgas en contra del autoritarismo, de las políticas económicas, por mejora de salarios y en contra del alza de la gasolina. Desde esa época no se ha dado un paro de tales dimensiones en el país.

El historiador Juan Paz y Miño dice que influyeron cuatro factores. El primero tiene que ver con el avance de un modelo empresarial que relegó los intereses y derechos de los trabajadores. También la represión que enfrentaron los sindicatos, especialmente en el gobierno de Febres Cordero, que debilitó a la organización.

Entre mayo y junio de 1990 fue el primer levantamiento indígena. Se reclamó la solución de conflictos de tierras y la plurinacionalidad. Foto: Archivo EL COMERCIO

El tercer factor es internacional, con el derrumbe del socialismo que originó una ruptura en el paradigma de esas corrientes en el sector medio intelectual. Y el desgaste del paro, como método de reivindicación social.

La década de 1990 se inauguró con los levantamientos indígenas. El de 1990, por ejemplo, posicionó al sector como un actor social. Ese año, entre mayo y junio, los indígenas se movilizaron desde sus comunidades en varias provincias; llegaron a Quito y su primer hecho simbólico fue la toma de la iglesia de Santo Domingo.

Desde ahí reclamaron al gobierno de Rodrigo Borja por su derecho a la tierra, un cambio en el modelo agrario y un Estado pluricultural.

Lograron tal fuerza que su participación incluso fue clave en el derrocamiento del expresidente Abdalá Bucaram, en 1997. Luego en el de Jamil Mahuad, en el 2000, tras la dolarización en el país. En su gobierno, Mahuad incluso tuvo que lidiar con un paro de transportistas que lo puso contra las cuerdas durante 12 días.

De ahí en adelante, los levantamientos y paros no han tenido el mismo impacto. Hoy, los dirigentes indígenas esperan que sea distinto.

Sindicatos

1975-1981

En 1975, Guillermo Rodríguez Lara enfrentó una huelga por los decretos antiobreros. En mayo de 1981, Jaime Roldós otra por el alza de la gasolina.

1981-1983

Osvaldo Hurtado afrontó cuatro huelgas. 1981: aumento de precios. Septiembre 1982: política económica. Octubre 1982: gasolina. 1983: devaluación del sucre.

1984-1988

El gobierno de León Febres Cordero soportó siete huelgas. Los reclamos eran por el autoritarismo; la política económica; alza de la gasolina y por mejores salarios.

1988-1992

Durante el gobierno de Rodrigo Borja se registraron cuatro huelgas nacionales. Las de noviembre de 1988, julio de 1989, julio de 1990 y febrero del 1991 fueron las más representativas.

1999

El gobierno de Jamil Mahuad enfrentó un paro de transportistas. El 17 de julio el Gobierno concilió un acuerdo que puso fin a un paro que bloqueó al país 12 días.

Indígenas

Mayo 1992

Durante el gobierno de Rodrigo Borja, la Conaie lideró un levantamiento para que se adjudicaran las tierras a las comunidades y a los colonos. La Conaie consiguió la personería jurídica.

Junio 1994

Los movimientos se levantaron para protestar contra la Ley de Desarrollo Agrario, que suprimía la reforma agraria y paralizaba el reparto de la tierra.

Febrero 1997

Los indígenas participaron en el paro que terminó con la destitución de Abdalá Bucaram. En septiembre, la Conaie promovió la convocatoria a la Constituyente.

Enero 2000

Durante el gobierno de Jamil Mahuad, los indígenas protagonizaron un levantamiento en contra de la dolarización y para cambiar las tres funciones del Estado.

Marzo del 2012

El movimiento indígena protagonizó la marcha Por el Agua y la Vida. Se manifestaron en contra de la minería a gran escala y por las leyes de Aguas y de Tierras.

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