Las autoridades ecuatorianas se tomarán el tiempo que sea necesario para estudiar el pedido de asilo político, solicitado por Julián Assange. Así que por el momento han abierto un compás de espera, para revisar el tema desde los puntos de vista judicial, político y diplomático.
El fundador de Wikileaks se mantiene refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, desde el martes pasado.
Ayer, el canciller Ricardo Patiño apuntó que no hay un plazo “perentorio” o una fecha máxima para que el australiano se mantenga en la delegación diplomática. “Hay personas que han quedado asiladas en embajadas un día, 20 días, cinco años…”.
Esta declaración la hizo al salir de la reunión que mantuvo con el presidente Rafael Correa, la embajadora Ana Albán, Alexis Mera, secretario jurídico, y el vicecanciller Marco Albuja, en el Palacio de Carondelet.
El encuentro en la Presidencia fue reservado y duró algo más de una hora. Al salir, Albán se negó a brindar opiniones y señaló que los únicos autorizados para hablar sobre el tema eran Patiño y el Primer Mandatario.
Sin embargo, Albán respondió brevemente a las interrogantes de la prensa señalando que en la Embajada en Londres, Assange cuenta con las facilidades básicas para sobrevivir. Y que pocas personas lo visitan.
Según el canciller Patiño, la embajadora Albán, luego de informarles sobre la situación de Assange, retornaría a Gran Bretaña entre hoy y mañana. Mientras, confirmó que un grupo de abogados del Gobierno están dedicados a estudiar todo el contexto de la solicitud de asilo.
Mera, secretario jurídico de la Presidencia, indicó que había sugerido que el proceso judicial en contra de Assange en Suecia por supuestos delitos sexuales y el pedido de extradición, en el Reino Unido, sean analizados.
Assange cree que su seguridad corre peligro y solicitó la protección de Ecuador en las postrimerías de un juicio de extradición a Suecia, donde se lo acusa de delitos sexuales. Él se mantenía en libertad condicional, que rompió al solicitar el asilo.
Ayer, el australiano fue entrevistado por el Sydney Morning Herald. Dijo que si EE.UU., por ejemplo, pudiera garantizar el abandono de la indagación ante el Gran Jurado y cualquier otra investigación sobre las actividades de Wikileaks, sería una garantía importante. “Los compromisos diplomáticos tienen peso seguro”.