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El Consejo, un escollo para los veedores...

Las experiencias de las veedurías ciudadanas, cuyo funcionamiento se ampara en la Constitución, hablan por sí solas. Dos de sus miembros creen que el Consejo de Participación, ha jugado un “triste papel” como organismo de apoyo a su trabajo.

Se trata de la Veeduría que investigó los contratos de Fabricio Correa, hermano del Presidente de la República, con el Estado, y de Contraloría Social, que ha impugnado a algunos de los postulantes que luego se convirtieron en autoridades de la Superintendencia de Compañías y de la Procuraduría.

Los voceros de ambas veedurías coinciden en que el Consejo de Participación Ciudadana se ha convertido en un organismo que sigue las directrices del Gobierno, e impide la labor de los organismos sociales.

Ángel Gabriel Salvador, de Contraloría Social, cuenta que está decepcionado del papel del Consejo de Participación, pues en varias ocasiones ha dilatado las investigaciones de casos de corrupción, impidiendo que estos prosperen.

Concretamente, señala el pedido que hicieron para realizar una veeduría al Pleno del Consejo de la Judicatura, que tomó cuatro meses en ser admitido. Luego cuando quisieron exigir acciones, los consejeros se negaron y solo enviaron a funcionarios de segundo nivel, denunció Salvador. “Es gente sin independencia, que cede fácilmente a las órdenes del Gobierno”.

Pablo Chambers, coordinador de la Veeduría que acaba de entregar su informe sobre los contratos de Fabricio Correa, coincide en que el Consejo solo se ha convertido en un obstáculo para los veedores. Además, que es notoria su condescendencia con el Gobierno.

Desde que empezaron su trabajo, hace 18 meses, el Consejo puso un sinnúmero de trabas a su trabajo: no apoyaron sus constantes pedidos de información a los organismos de control, cuyas autoridades nunca fueron sancionadas por su negligencia, destaca Chambers.

Adicionalmente, “han designado unos 350 veedores en todo el país, pero no les proveen de recursos para que puedan movilizarse o sacar algún documento”.