El Consejo Nacional Electoral (CNE) comenzaría hoy desde las 14:00 la revisión de las 4,8 millones de firmas presentadas por las organizaciones políticas. Recién hoy, a las 08:00, se reinstalará el Pleno para aprobar el plan operativo. Los plazos apremian, pues debe realizar en la mañana el simulacro de este proceso, necesario para que los peritos informáticos de las fuerzas políticas verifiquen la confiabilidad del ‘software’ que usará la empresa Controles.
Las demoras técnicas del CNE aumentan la desconfianza de un proceso que todavía no ha logrado despejar sus tres inconvenientes. Uno, el CNE no ha justificado el respaldo jurídico que avala el reconteo de firmas y que podría eliminar al menos a 10 de las 11 fuerzas políticas con vida jurídica. Dos, la confiabilidad del sistema informático que se utilizará para la comparación de las rúbricas, así como la depuración de las bases de datos. Tres, el proceso no tiene respaldo en la mayoría de los partidos y movimientos, entre otras cosas, porque la empresa Controles ha sido contratada por el Gobierno en otros momentos.
Es un escenario complicado para el organismo electoral que desde el 20 de agosto ha ido aplazando el proceso de revisión.
Por ello, actores políticos han anunciado que no lo avalarán y menos si no se brindan las garantías necesarias. Pachakutik anunció ayer una gran marcha nacional. Debido a la gravedad del asunto y a la cercanía del 18 de octubre (convocatoria a elecciones) cuatro analistas consultados por este Diario coinciden en que este escándalo ha producido un “desgaste de la imagen” de todos los partidos y movimientos, del propio CNE y por tanto creen que la idoneidad del proceso electoral está en riesgo. Ellos sugieren una solución política a la crisis.
Puntos de vista
Hernán Reyes, ociólogo
‘No veo una única fuerza política ’
El problema de las firmas tiene varias aristas, una política que tiene que ver con la necesidad de volver a generar confianza en la ciudadanía. Cabe recalcar que si no hay una actitud abierta y propositiva eso afectará no solo al Consejo Electoral sino también a los sujetos políticos pues, está puesta en duda la legitimidad del proceso electoral. Es necesario que para recuperar la confianza, el CNE haga cálculos políticos electorales y mire la posibilidad de llegar a acuerdos y, por otro lado, aplique criterios técnicos que permitan avalar a las fuerzas. Pero hay que esperar el proceso de validación de las firmas para llegar a esos acuerdos. Es improbable que haya elecciones con una única fuerza política.
Julio Echeverría, Analista político
‘Temo que habrá una sola fuerza’
El Régimen ha trabajado sobre la idea de que los partidos proceden de manera incorrecta. Todo esto conduce a una deslegitimación de las organizaciones políticas del país. Lo que debería hacer el Consejo es respetar a los partidos y movimientos que tiene vida jurídica. No obstante, el problema de fondo es que la Constitución establece un requisito de firmas muy alto para tener vida jurídica, lo óptimo sería que ese requisito sea menor, para que haya mayor diversidad, y que en las elecciones las fuerzas que no alcancen un buen porcentaje queden fuera. Esa salida supone una reforma constitucional y difícilmente se puede conseguir en un corto plazo. En este marco, una fuerza hegemónica es posible.
Luis Verdesoto, Politólogo
‘Deben ir todos a las elecciones’
Cuando existen estos nudos críticos se debe llegar a un acuerdo nacional político. Este acuerdo que debe haber es que se reconozca a las fuerzas políticas y se proceda a las elecciones. Pero que luego de las votaciones hayan mecanismos de sanción para los grupos aventureros que no obtenga el apoyo del electorado. Pues lo más saludable es que haya partidos fuertes. Un sistema de fuerza política única provocaría que el Gobierno muera empachado. En principio, la real democracia es que exista una relación equilibrada entre el Gobierno y la oposición, sin eso no hay ni Gobierno ni democracia, solo queda la dictadura. Ahora, el Consejo Electoral tiene que tomar la iniciativa y establecer el acuerdo político.
Jorge León, Analista político
‘El CNE no muestra voluntad’
Mi propuesta es una salida política a esta crisis, un gran acuerdo entre las organizaciones y el CNE que les permita participar en las elecciones, pues una verificación de firmas requiere de tiempo y hay que evitar las dudas de un fraude. Lo que sí se evidencia es que hay algo que anda mal: el sistema, la base datos, el sistema informático. Pero el Consejo no tiene voluntad política, sigue insistiendo en el reconocimiento de las firmas, con lo cual quedan más dudas de su actuación. Esta actitud refuerza la idea de que solo el partido del Gobierno está bien. Por ello, la parte activa de la vida pública duda de este organismo que ha sido el gran perdedor. El proceso de revisión parece que tiene dedicatoria y creara dudas.