Llevan tres horas instalados en una carpa prestada por el Municipio de Yanzatza, en la vía principal frente al recinto electoral de la escuela CEB “Ciudad de Latacunga”. Unas cuarenta personas simpatizantes de las tiendas partidistas Movimiento Popular Democrático y Pachakutik impedían el paso. En este lugar se elige a las autoridades de la Junta Parroquial de Panguintza.
Melania Chamba, habitante de Panguintza y simpatizante del MPD, dijo que se mantendrán vigilantes. No dejaran pasar a las personas que no viven en la parroquia, a pesar que estén inscritos en el Padrón Electoral. Aseguró que ellos conocen a la gente que habita en el sector.
A cada ciudadano que ingresaba, y que lo reconocían como foráneo, le solicitaban que abandone el lugar. Por momento hubo cruce de palabras pero no pasó a mayores. Unos 10 uniformados de la Policía Nacional custodiaron la entrada y desalojaron a los ciudadanos que se ubicaban a la entrada.
En la carpa instalaron 15 sillas plásticas. Además tenían una planta que representaba la ortiga y amenazaban a la gente que se rehusaba retirarse. Las denuncias radican en que se trasladó a gente de Loja y Zamora para que sufraguen en esta zona.
Angelita Naula llegó a las 12:00 hasta el recinto electoral. Sin embargo tuvo que retirarse porque no le permitieron el ingreso. Pero a las 12:45 Naula regresó y con la ayuda de un miembro del CNE entró y pudo consignar su voto. Ella es oriunda de la provincia de Loja y radica cuatro años en el barrio 13 de Junio, cerca a la parroquia Panguintza.
224 actualizaciones en el padrón se registraron en la parroquia de Panguintza, explicó Erika Villamar, delegada del Consejo Nacional Electoral (CNE), a los ciudadanos que reclamaban. Mientras tanto desde la parte interna del recinto electoral el ambiente era tranquilo. Unos 25 militares mantenían el orden. Mientras que los miembros del CNE fotografiaban los impases que se daban en la puerta de ingreso.
A las 13:45, 15 miembros de la Policía Nacional desinstalaron la carpa. Pero los ciudadanos no dejaron que se la lleven, la ubicaron a un costado de la puerta de ingreso. Hubo forcejeos entre uniformados y ciudadanos sin mayores consecuencias. Una llovizna calmó los ánimos.