A pocas horas de la audiencia definitiva en la querella penal que el presidente Rafael Correa sigue en contra de diario El Universo, el caso mantiene la misma incertidumbre con la que se inició a mediados de este año.
El sorpresivo planteamiento que hizo ayer en la tarde Carlos Pérez, director del diario guayaquileño, puso al Presidente de la República al frente de una respuesta ineludible. Sin embargo, según lo informó ayer el Gobierno, cualquier reacción de Correa se la conocerá una vez que se inicie la diligencia de casación, prevista para las 09:00, en la Segunda Sala de la Corte Nacional de Justicia (CNJ), con sede en Quito.
En la corta rueda de prensa realizada ayer a las 17:15, en el auditorio de diario El Universo, en el sur de Guayaquil, Pérez dijo que estaba dispuesto a firmar una disculpa al Presidente de la República por lo dicho en el artículo de Emilio Palacio ‘No a las mentiras’, publicado el 6 de febrero del 2011. Este artículo de opinión motivó la demanda de Correa por la cual fueron sentenciados, en dos instancias, Palacio y los tres directivos del diario (Carlos, César y Nicolás Pérez) a tres años de prisión. También se dispuso el pago de USD 40 millones al Presidente como indemnización.
“Yo estoy dispuesto hasta a sentarme con el Presidente para escribir la carta y se la firmaría, incluso en los términos de él. Pero que haya más democracia en el país”, dijo Pérez desde la mesa principal del auditorio, donde lo acompañaron el editor general del diario, Gustavo Cortez, y varios editores de secciones.
A cambio de la disculpa, el director de El Universo planteó al Presidente tres compromisos: Que el Gobierno desista de todas las demandas iniciadas contra periodistas. Que haga cumplir la Ley de Acceso a la Información Pública “ordenando a los funcionarios que se les faciliten documentos que han sido negados arbitrariamente a periodistas de El Universo” en varios casos que investiga. Y que haga una consulta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a las Naciones Unidas sobre el proyecto de Ley de Comunicación y su compatibilidad con los tratados internacionales vigentes.
La primera reacción del Régimen se produjo vía correo electrónico. El secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, dijo a EL COMERCIO que “el Gobierno no tiene nada que responder sobre un juicio privado”. Y advirtiendo que su punto de vista como funcionario no tiene el carácter de oficial, rechazó la posición adoptada por los Pérez.
“Es inadmisible condicionar una disculpa y una rectificación cuando se han vulnerado derechos de las personas, consagrados constitucionalmente como el de la honra, la dignidad y la buena reputación”. Alvarado señaló que si los “propietarios de El Universo y su editorialista guardaran una mínima reserva ética, habrían publicado inmediatamente una disculpa pública”. “Considero que un alto nivel de prepotencia los ha cegado y los ha llevado a atropellar y ofender la inteligencia de los ecuatorianos en este caso”.
Alvarado considera que con el planteamiento de Pérez, El Universo quiere aparecer como el adalid “de una libertad de expresión que ha sido maltratada por ellos mismos, omisa a la necesaria responsabilidad ulterior”.
La posición de Alvarado, que insistió era a título personal, fue de las pocas reacciones que salieron del Régimen. La prensa oficialista, desde los portales El Ciudadano y la agencia Andes, únicamente señalaron la existencia de una supuesta contradicción entre las declaraciones de Carlos Pérez y las de su hermano
César, difundidas ayer por el diario español El País. Allí él señaló que “volvería a publicar la columna de Emilio Palacio, aún estando en desacuerdo” con el ex editorialista del rotativo guayaquileño.
En El País, César Pérez dejó entrever el gran problema que para Correa es aceptar que hay voces divergentes y que sobre ese “conflicto permanente”, lo que se busca es el sometimiento. “Ahora en Ecuador hay que pensar dos veces antes de decir algo y terminar en un enredo así”.
El juez Pacheco se enfermó
El anuncio de Carlos Pérez no fue la única sorpresa de la tarde. Cuando terminó la rueda de prensa, el Director del diario recibió la noticia de la suspensión de la audiencia de casación, prevista para las 09:00 de hoy.
El rumor no era en respuesta a la posibilidad de las disculpas condicionadas que había planteado El Universo minutos atrás. La razón fue que Enrique Pacheco, uno de los tres magistrados de la Segunda Sala Penal que lleva el caso, se reportó enfermo ayer en la tarde. En la Sala hubo preocupación por esta calamidad sin que se descartase un eventual diferimiento de la audiencia. Pero las horas en este caso resultan vitales, puesto que el próximo jueves se posesionará la nueva Corte Nacional de Justicia. Así, un nuevo aplazamiento dejaría a los actuales magistrados de la Segunda Sala sin competencia, delegando el desenlace final de la casación a la nueva Sala, que deberá ser reestructurada. Este ha sido el pedido que la defensa de El Universo ha sostenido.
Si bien la Sala no canceló la convocatoria prevista para las 09:00 de hoy, el primer punto del orden del día será analizar el posible reemplazo de Pacheco, a menos que el juez finalmente sí decida presentarse y el trámite judicial avance según lo previsto.
Mientras no se resuelva ese inconveniente, la convocatoria a audiencia sigue en firme y sobre ese escenario trabajaron ayer los abogados de ambas partes.
Por varias horas se dedicaron a preparar los argumentos que presentarían en la diligencia. Incluso, los defensores del rotativo hicieron un simulacro de la audiencia; trabajaron en uno de los salones del Swissôtel.
El grupo de abogados de El Universo suma 14 profesionales, coordinados por Emilio Romero y Hernán Pérez Loose. Junto con ellos, Joffre Campaña estuvo hasta avanzada la noche en el diseño de la estrategia de defensa, en un caso que todavía luce incierto.
4 recursos planteados
La defensa del diario pidió a la Segunda Sala que revoque la providencia sobre la legalidad del delito de desacato.
Los abogados de Emilio Palacio pidieron la revocatoria de la sentencia con la que se desechó el recurso de hecho, lo que ratificó su sentencia.
También presentaron una queja ante la ONU en Ginebra para denunciar que son “víctimas de una persecución”, por las multas a los abogados.
Se pidió al juez Luis Quiroz que se excuse de conocer el caso, por “haber adelantado criterios”.