Antonio Buñay se aferró al libreto con el cual entró a comparecer ayer a la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, a las 16:15. Ahí, responsabilizó al “cuerpo colegiado” de Cofiec por el otorgamiento del crédito de USD 800 000 al argentino Gastón Duzac.
El ex Presidente Ejecutivo del banco deslindó cualquier culpa en dicha transacción, asegurando que el 19 de diciembre del 2011, un día antes del desembolso del crédito, primero renunció (algo que el Directorio lo rechazó) y luego salió de vacaciones. Según explicó, el crédito quedó aprobado, siempre y cuando se completara la documentación (garantías a favor de Cofiec) para su entrega.
El 20 de diciembre, Duzac recibió el dinero, pero Buñay dijo que lo desconocía hasta su retorno de vacaciones, en enero pasado.
La semana pasada, los funcionarios de la entidad que también participaron en la concesión de este crédito, apuntaron sus dedos hacia Buñay. Ellos aseguraron que los presionó para que den su visto bueno a la operación.
Este Ingeniero Comercial que estuvo en la Presidencia Ejecutiva del banco desde julio del 2010 hasta enero del 2012, negó todo. Durante su relato nunca se descompuso, lo que provocó que el asambleísta Luis Morales preguntara si sería bueno hacerle “una prueba antidoping”.
Durante más de dos horas, Buñay, en respuestas cortas, muchas bajo la respuesta de “desconozco eso”, reveló que el titular del Fideicomiso AGD-CFN No Más Impunidad, Pedro Delgado, le llamó la tercera semana de octubre del 2011 para decirle que Francisco Endara Clavijo (cuñado de Delgado), ex coordinador de la Secretaría Técnica del Fideicomiso, le iba a contactar con un grupo de empresarios argentinos. Semanas más tarde, Buñay se reunió con Duzac y Pedro Elosegui, para abordar un negocio de plataforma tecnológica.
Pero la exposición de Buñay se desarrolló en medio de contradicciones. Después de unos minutos de haber confirmado los diálogos con Duzac, ante una pregunta del asambleísta Dalo Bucaram, Buñay negó haber hablado alguna vez con Pedro Delgado.
Después reveló que Delgado le propuso que asumiera el cargo en la Presidencia Ejecutiva en el banco. Su llegada a Cofiec se dio para impulsar la venta. Los interesados, según él, eran, primero la Corporación Financiera Nacional (CFN) y segundo, entre noviembre y diciembre del 2011, inversionistas iraníes, con quienes mantuvo cuatro reuniones.
Sobre los certificados de depósito de Rocafuerte Seguros que supuestamente garantizaban el crédito a Duzac, señaló que estos estaban en Cofiec y cubrían el riesgo del préstamo.
Esto contrasta con las afirmaciones de la semana, cuando los ex ejecutivos de Cofiec aseguraron que nunca ingresaron esas garantías a favor de Cofiec.
Buñay negó haber presionado a ejecutivo alguno, pese a que varios de ellos declararon que fueron “chantajeados” para firmar a favor del desembolso.
A medida que pasaba el tiempo de la comparecencia, las declaraciones de Buñay se iban haciendo cada vez más escuetas. Dijo desconocer qué manejaba el Fideicomiso y que nunca recibió correos electrónicos de Pedro Delgado o Francisco Endara presionando por la entrega del dinero al argentino Duzac.
La versión de Marcelo Ordoñez, ex ejecutivo de Cofiec, fue que Endara, el día del desembolso, les reunió a los trabajadores de Cofiec para pedirles los respaldos de las transferencias. Pero Buñay dijo ayer: “Nadie me presionó”.
Mientras seguían las preguntas, la ex presidenta Ejecutiva de Cofiec, María Fernanda Luzuriaga, y los representantes de Rocafuerte Seguros, esperaban su turno para dar su versión. El pedido de los asambleístas fue que Buñay no se retirara del salón para que escuche lo que estas personas dirían.