La participación de Augusto Barrera, alcalde de Quito, en la campaña a favor del sí en la consulta popular se ha ido apagando. De ser un militante activo y proponente hoy se concentra en las actividades al frente del Cabildo de Quito.
Barrera ha sido parte integrante del buró político del movimiento gobiernista Alianza País (AP) y participó en el lanzamiento de la campaña oficialista, que se realizó en la capital el 26 de marzo.El Burgomaestre estuvo en la tarima aplaudiendo y cantando junto al presidente Rafael Correa. El programa se realizó en el sector de La Michelena, en el sur de Quito. Esa ha sido una de las pocas ocasiones en que el Alcalde ha participado activamente en la campaña de la consulta popular.
En sus intervenciones, a través de distintos medios, prefiere no hablar de temas políticos. Incluso, pidió a los concejales del Distrito no permitir la fragmentación del Concejo por cuestiones o debates políticos y solicitó priorizar los temas de la ciudad.
La semana pasada (martes), con 13 de 15 firmas de los ediles, el Concejo Metropolitano firmó un documento denominado Acuerdo por Quito. Este consistía en un compromiso de los concejales y el Alcalde para defender los intereses de la ciudad y no permitir divisiones. “Podemos tener múltiples diferencias ideológicas, políticas u opiniones diferentes, pero este compromiso representa el interés por el Distrito”, dijo Barrera.
Desde que se planteó la consulta popular esto le restó fuerza al bloque de AP y dejó de ser mayoría en el Concejo Metropolitano. El bloque se quedó con seis de ocho sillas, por las salidas de Dennecy Trujillo y de Norman Wray.
Trujillo asegura que no firmó el acuerdo porque solo es una forma con la cual el alcalde Barrera trata de evitar perder consensos en temas claves dentro del Concejo.
Fabricio Villamar, concejal del Movimiento Concertación Nacional, aclara que con la firma del Acuerdo por Quito se resolvió no utilizar recursos municipales para la realización de la campaña.
Villamar es uno de los ediles que sí se ha dedicado a hacer campaña. Él sale a las calles todos los días, entre las 06:00 y las 08:00, para convencer a los quiteños de votar por el no. “Hasta el momento yo no he visto que Barrera utilice un bien municipal”.
Pero Trujillo, cercana a Gustavo Larrea, dice que vio una camioneta municipal, el sábado pasado, con publicidad a favor del sí.
Trujillo es más crítica con la administración municipal. Ella también participa en la campaña por el no con recorridos por la ciudad. “Utilizo mi auto para movilizarme. No he gastado recursos municipales ni en una sola llamada para la campaña”.
A diferencia de lo que hacen Villamar y Trujillo, en las dos últimas semanas, Barrera ha estado ocupado atendiendo los temas de la ciudad. El mal estado de las vías, la legalización de los taxis y los daños del invierno copan su agenda diaria de actividades.
Así, los deslaves, las inundaciones y la movilidad le generan una ola de críticas a su administración. Para Álex Remache, experto en gestión de la Universidad Andina Simón Bolívar, la administración de Barrera, en nivel de resultados, es pobre y no cumplió las expectativas.
Remache considera que eso influye negativamente en la campaña del Gobierno para la consulta. En su opinión, los desatinos le han hecho perder credibilidad.
El asambleísta de oposición Fausto Cobo tiene una interpretación similar. Cree que en AP no priorizan a Barrera porque ya no tiene popularidad, sino una crítica permanente por la movilidad y los daños de las lluvias que bajan su nivel de aceptación en Quito.
Cobo añade que no pasa lo mismo con el prefecto Gustavo Baroja, otro integrante activo de AP en Pichincha. “Él no tiene tantas críticas a su administración”.
Según el departamento de Comunicación de la Prefectura, Baroja realiza actos de campaña todos los días. Luego de cumplir con sus funciones en el Gobierno Provincial se pone la camiseta e inicia el proselitismo, que va desde marchas hasta mítines.
Washington Yépez, funcionario de comunicación, dice que no están autorizados a dar detalles respecto del desempeño de Baroja en la campaña. Aunque informaron que el Prefecto viajará esta semana a Azuay para realizar gestiones del Gobierno Provincial y aprovechará para exponer su posición en el plebiscito.
Contrario a lo que hace Baroja, en las oficinas de la Prefectura está prohibido manifestar las posturas sobre la consulta. No se han enviado correos, pegado carteles ni se han pedido colaboraciones.