El Pleno de la Asamblea Nacional decidió, con 80 votos afirmativos, continuar con el juicio político contra Andrea Arrobo Peña, exministra de Energía y Minas. La resolución se ampara en el numeral 2 del artículo 83 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa, según informó el comunicado oficial emitido este miércoles 27 de noviembre de 2024.
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La presidenta de la Asamblea Nacional tiene un plazo máximo de cinco días para incluir el juicio en el orden del día del Pleno. Durante esta sesión, se decidirá si se absuelve o censura a la exfuncionaria.
Posturas en la Asamblea sobre juicio político a Arrobo
En el proceso, se presentaron tres informes de postura. El primero, liderado por asambleístas como Lenin Barreto, Sofía Espín y Pamela Aguirre, recomendó archivar el juicio político.
Según Barreto, la responsabilidad de los apagones eléctricos no recae únicamente en Arrobo, sino también en otros funcionarios como Roberto Luque y Félix Wong, e incluso en el Presidente de la República, Daniel Noboa.
Por su parte, un segundo grupo, integrado por Lenin Rogel y Ramiro Vela, respaldó el enjuiciamiento, señalando un presunto incumplimiento de funciones por parte de la exministra. Rogel enfatizó que las políticas públicas deben ser continuas y no depender de ideologías políticas, abogando por la censura.
El tercer informe, presentado por Adriana García, también apoyó el juicio político. García indicó que esta acción no constituye un ataque personal, sino un acto de justicia en beneficio de los ecuatorianos afectados por la crisis energética.
Argumentos sobre la crisis energética
Durante el debate, Vicente Taiano destacó que el país atraviesa una crisis energética, con cortes de luz de hasta 48 horas en el sector industrial y 16 horas en los hogares. Según Taiano, la exministra actuó con negligencia al no cumplir con las responsabilidades inherentes a su cargo.
Finalmente, Anita Galarza, ponente del pedido de juicio político, presentó la moción para avanzar en el proceso contra Arrobo, subrayando la importancia de sancionar la inacción frente a los problemas energéticos del país.