América Latina, representada en el G20 por Brasil, México y Argentina, llegará a la cumbre de noviembre en Cannes, sur de Francia, con posiciones comunes, sostuvo hoy en París la secretaria general de Unasur, la colombiana María Emma Mejía.
“El llamado de los presidentes” es llegar al G20 de Cannes con “posiciones comunes. (…) Lula, Dilma, Cristina Kirchner y el presidente Santos también, han repetido que tenemos que tener mucha fe en nosotros mismos”, afirmó Mejía, al frente de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) desde marzo pasado, en referencia a los presidentes sucesivos de Brasil, Argentina y Colombia.
“Hemos dejado de ser periferia y estamos en el centro de las posiciones políticas y económicas”, dijo Mejía citando al brasileño Marco Aurelio García uno de los más destacados asesores del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva y de la actual mandataria Dilma Rousseff.
América Latina está en el G20 que reúne a las economías desarrolladas y a las emergentes, pero Brasil forma parte de los poderosos cinco países que forman el grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica) .
Los cancilleres de Unasur, integrada por Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, acordaron meses atrás reforzar su coordinación en materia económica.
Los ministros de Economía de Unasur tenían previsto reunirse para “coordinar” posiciones con miras a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G20 en Cannes, bajo presidencia francesa.
Ese encuentro se enmarca en una “ mirada más estratégica acerca del peso que para el mundo tiene Sudamérica ” que “ empieza a poder dar ciertas lecciones al mundo en lo macroeconómico, a ser capaz de superar sus crisis, a cuidar sus recursos naturales y a buscar medidas comunes en materia de confianza”, consideró.
“Siempre mirábamos hacia la estrella del norte. Hoy queremos mirarnos más a nosotros mismos (…) y tener una posición regional más sólida ” , sostuvo pues ya no se trata de hablar de “cooperación norte-sur, sino que ahora es sur-sur”, afirmó antes de participar en una mesa redonda en el seminario sobre “Los retos presentes y futuros de América Latina” celebrado en la Maison de l’Amerique Latine de París.
La diplomática colombiana se congratuló del “increíble” camino recorrido por Unasur “en tres años y cuatro meses”.
Desde entonces, atravesó “tensiones regionales” como la convocatoria al referéndum de Santa Cruz (Bolivia) en 2008, las diferencias entre Colombia y Venezuela “ hace 13 meses nomás ” , de la región con Estados Unidos por la base de Manta (Ecuador) o por la presencia estadounidense en bases colombianas.
“Esas tensiones regionales fueron superadas mediante la concertación política deponiendo las diferencias ideológicas y siendo capaces de construir posiciones comunes”, sostuvo Mejía.
La responsable confirmó que Unasur aceptó el pedido del ministro boliviano de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, de participar en las investigaciones de los hechos ocurridos el 25 de septiembre cuando la policía de ese país reprimió una marcha indígena contra la construcción de una carretera de 300 km que pasa por un parque ecológico en el centro del país.
“Entendemos que al tener recursos naturales y buscar el desarrollo, hay que hacerlo considerando a los pueblos originarios”, respondió Mejía interrogada sobre la forma de alcanzar una solución considerando los reclamos indígenas y los argumentos del gobierno boliviano de que dicho proyecto, financiado por Brasil, generará desarrollo regional.
Según Mejía, ese conflicto pone en evidencia el “peso tan importante” que los recursos naturales tienen en la región, antes de precisar que en noviembre se reunirá el Consejo Sudamericano de Planeamiento e Infraestructura de donde saldrá un “’mapeo’ comunicacional y vial de lo que puede ser nuestra región como la diseñaron nuestros libertadores ” pero que tendrá en cuenta “nuevos elementos” como “ la protección medioambiental y de los recursos naturales”.
“Porque las reservas del mundo están allí” en América Latina, concluyó.