El proceso de depuración en la Policía Nacional comenzó en junio del 2013. Datos levantados por el Ministerio del Interior refieren que desde esa fecha hasta hoy se ha separado a 748 gendarmes a escala nacional por diferentes delitos y faltas.
En el último caso, más de 70 uniformados que operaban en Esmeraldas fueron dados de baja en marzo de este año luego de que no aprobaran las pruebas de confianza (polígrafo). En esa autodepuración realizada en Esmeraldas se conoció que cerca de 22 miembros policiales estaban supuestamente involucrados en entregar información sensible a bandas del crimen organizado.
Por este hecho, 12 agentes dados de baja en esa provincia presentaron querellas penales en contra del ministro del Interior, José Serrano. Argumentan que el funcionario los ha denigrado al mencionar que ellos pertenecieron a bandas delictivas y que no se les ha comprobado que hayan colaborado con grupos delincuenciales.
Por ese motivo, ellos solicitaron una condena de dos años de prisión para el ministro José Serrano y el pago de una indemnización de USD 300 000 por daños y perjuicios para cada uno de los 12 agentes que presentaron la querella penal.
El Ministerio del Interior informó que, en el transcurso de este año, 163 agentes fueron separados de la institución uniformada. De ellos, 30 son policías, 40 cabos segundos, 58 cabos primeros, 18 sargentos segundos, 5 sargentos primeros, un sargento segundo, cuatro subtenientes, tres tenientes y tres tenientes coroneles. Esa Cartera de Estado indicó que el proceso de depuración interna sigue vigente y no descarta que a futuro se separe a otros policías.