Pekín, DPA
La policía china frustró los planes de un grupo de seis presuntos terroristas que por lo visto planeaba un atentado con bomba en la convulsa región de Xinjiang, en el extremo oeste de China, informó hoy la agencia oficial de noticias Xinhua.
En varias redadas efectuadas en tres localidades cercanas a la ciudad de Aksu la policía detuvo a seis sospechosos y se incautó de más de 20 artefactos explosivos, además de una gran cantidad de materiales y herramientas para fabricar bombas, señaló Xinhua.
Investigaciones policiales sugieren que el grupo de presuntos terroristas había fabricado los explosivos después de los violentos disturbios étnicos que en julio dejaron al menos 197 muertos en la capital provincial Urumqi, reportó la agencia en base a funcionarios antiterroristas anónimos.
Entre tanto, el diario oficial “China Daily” citó en su edición de hoy a la policía de Urumqi según la cual la reciente serie de ataques con jeringuillas hipodérmicas en Xinjiang fue organizada por al menos siete grupos.
Hasta este martes había subido a 75 el número de sospechosos arrestados por la policía en Urumqi y otras seis zonas de Xinjiang.
El subdirector de la oficina de seguridad pública de Urumqi, Zhang Jun, atribuyó por primera vez los ataques a grupos organizados de la minoría uigur de Xinjiang.
La policía ha arrestado hasta la fecha a personas implicadas en 36 casos de ataques con jeringuillas, incluidas 16 en Urumqi y otras en Hotan, Turpan, Kashgar, Changji, Aksu y Altay, todas ellas en la provincia de Xingjiang. Según el “China Daily” entre uno de los grupos arrestados en Urumqi había ocho sospechosos que presumiblemente habían “organizado varios encuentros secretos desde agosto para planear los ataques con agujas”.
Ese grupo trataba de “fomentar el odio entre personas de diferentes grupos étnicos” y clavó agujas de coser, imperdibles y palillos de dientes a personas, señala el rotativo.
El pasado sábado, tres uigures fueron condenados a penas de prisión de hasta 15 años por los ataques con jeringuillas en Urumqi, que comenzaron a mediados de agosto. Anteriormente, el gobierno chino había responsabilizado de los ataques a uigures exiliados.
Según el gobierno regional, los hospitales de la ciudad han atendido a 531 víctimas, en su mayoría miembros de la etnia han, mayoritaria en China.
Los ataques con jeringuillas desataron masivas protestas de chinos han en Urumqi, que han exigido a los gobiernos regional y municipal el reforzamiento de las medidas de seguridad. Los uigures de Xinjiang, de mayoría musulmana, dicen ser víctimas de discriminación y acusan al gobierno chino de pretender destruir su cultura.