Imagen referencial. En el Hospital Luis Vernaza, de Guayaquil, se aplica este tratamiento experimental, que está nombrado en la guía terapéutica del Ministerio de Salud. Foto: Archivo EL COMERCIO
Nadie les ha asegurado que la terapia basada en plasma de un donante convaleciente salvará a sus familiares. Todavía no hay certezas en la lucha contra el covid-19. Pero, al igual que en el mundo, en Ecuador, la gente se ha volcado a las redes sociales en busca de ayuda para conseguir el plasma, ese elemento de la sangre de contagiados ya recuperados.
César Rodríguez, guayaquileño de 31 años, es uno de ellos. Varios de sus parientes tienen covid-19; los más afectados son dos de sus tíos. Ellos son médicos y superan los 60 años. Se infectaron -relata- al atender a un concuñado, quien falleció a consecuencia de la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2.
“Los primeros días se trataron en casa, pero los síntomas aumentaron y necesitaron oxígeno”, por lo que fueron hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Luis Vernaza, en Guayaquil.
Uno de sus tíos está mejor y salió de esa área. El otro permanece entubado, por lo que se pusieron a buscar un donante de plasma. Necesitaban convalecientes de covid-19, que no hayan presentado síntomas desde hace 10 días.
Según el hematólogo Mauricio Heredia, se aplica un concepto utilizado desde hace más de 100 años: la inmunidad artificial pasiva. Administran directamente anticuerpos contra una enfermedad que ataca a un paciente. Ya se ha hecho para combatir otros males virales como paperas, sarampión, gripe española, Ah1N1, SARS-CoV-1.
“Buscamos a personas recuperadas de covid-19, con sangre tipo A+. Por favor escríbame a este número, mi papá está grave y su plasma podría ayudarlo”. Anuncios así se leen en cuentas de Twitter y de Facebook, también se comparten a través de WhatsApp.
El hematólogo Brenner Sabando admite que hermanos, hijos y esposos se llenan de esperanza y empiezan la búsqueda. Pero -reitera- les aclaramos que el tratamiento con plasma de donante convaleciente es experimental. En el mundo se ha visto que algunos pacientes muy graves, que requieren terapia intensiva, evolucionan favorablemente con el plasma.
En la guía terapéutica para tratar covid-19, del Ministerio de Salud, se habla de la inmunidad pasiva. Se detalla que se la aplica cuando no existen tratamientos específicos o vacunas disponibles contra una enfermedad infecciosa.
Estudios previos -se lee en el documento- han demostrado que el uso de plasma de pacientes que se han recuperado de SARS ha ayudado en la práctica clínica. “Las personas tratadas con plasma tuvieron menor estadía en el hospital y hubo menor mortalidad en comparación con los que no recibieron plasma.
¿Cómo actúa la terapia? Heredia apunta que cuando un virus como este ingresa al organismo se produce una reacción del sistema inmunológico. Y se crean anticuerpos inmunoglobulinas IgM, más o menos en el séptimo día; luego del contagio, y desde el día 10, las IgG. Es la forma en que el organismo responde, para atacar al virus. El pico es el día 18.
La búsqueda de donantes no es una tarea sencilla. El voluntario debe cumplir con un perfil: tener entre 18 y 60 años y no ser positivo para VIH, hepatitits, sífilis o chagas. Además, contar con un diagnóstico confirmado; no presentar síntomas en los últimos 10 días; y ser hombre, de preferencia.
César Rodríguez, el sobrino del paciente grave del Vernaza, cuenta que la ahijada de su mamá cumplió con los requisitos. Los médicos ya le colocaron el plasma el domingo.
El doctor Sabando, del Vernaza, dijo que obtienen de 600 a 800 mililitros de cada donante, en unos 30 minutos. Aplican máximo dos dosis, de 300 ml cada una. La idea es hacerlo lo más pronto posible.
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