Un permiso para navegar

Andrea Rodríguez B. Editora
 
‘No tiene permiso para instalar ese programa’. ¿Cuántas veces ha leído este mensaje cuando intenta ingresar a un sitio web desde   la computadora de su oficina?

Con el afán de impedir  que  los empleados visiten sitios  inseguros en Internet, casi el 85% de las  empresas, a escala mundial,  recurre a sistemas informáticos de permisos y privilegios.
 
¿Cómo deciden los especialistas en informática  el nivel de peligro de un página? Nadie niega que hay códigos maliciosos que están instalados   en numerosos sitios web, como las redes de intercambio P2P.

Pero hay otras páginas, con información valiosa, que también  son  restringidas. Los programas que realizan esta tarea  aún cometen  el error de integrarlas en la lista de sitios no recomendados. El mayor peligro del esquema de seguridad, orientado hacia los permisos y privilegios, es que  contribuye a crear entornos donde la sensación de  inseguridad es permanente.   

Lo ideal,  aunque eso nunca será viable, sería no instalar  nada en la computadora, porque siempre hay un riesgo.     El peligro lo asumimos todos los  días quienes  decidimos navegar en Internet. 

El mundo virtual, en ese aspecto, guarda muchas similitudes, con la vida real: cada uno toma sus propios riesgos.

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