La Policía mostró la droga ‘popper’ que era vendida en barrios exclusivos de Quito. Foto: Julio Estrella/ EL COMERCIO
La respuesta a través del Whatsapp fue inmediata. Dijo llamarse Jorge y que podía vender ‘popper’, una sustancia líquida que es usada como droga. En el mensaje, el vendedor detalló que tiene unas cuatro presentaciones. Son pequeños frascos de vidrio y para consumirlo hay que inhalarlo.
Pero el martes, los policías de Quito decomisaron 40 de esos recipientes, arrestaron a 10 personas y después de esa incursión se conoció que esta droga ahora se comercializa incluso por redes sociales.
De las primeras investigaciones se sabe que los detenidos integrarían una banda de microtráfico que comercializaba ‘popper’ en cuatro barrios del norte de Quito. También lo distribuían a ciudades de la Costa, especialmente lugares turísticos como playas.
Ahora, los investigadores están detrás de otros expendedores de esta sustancia, que incluso provoca un estado de euforia y es un estimulante sexual.
Jorge dice que está en Guayaquil, pero que puede entregar el ‘popper’ en cualquier ciudad, pues lo envía por encomiendas a través de buses o agencias de correos.
Mientras conversa por medio del Whatsapp ofrece descuentos si el pedido supera los ocho frascos, porque el costo varía de acuerdo con cada presentación. Envía un link y en su página web se despliega una lista de precios que va desde USD 19 hasta los USD 50.
Pero las 10 personas que fueron detenidas hace cinco días también vendían en USD 25.
La entrega era a domicilio. Usaban autos tanto para distribuirlos como para traer la sustancia al país, pues los primeros reportes advierten que la droga llega desde Colombia. En esa nación, hace ocho años ya hubo una alerta de los efectos.
Pero Jorge dice que lo trae de Estados Unidos, que llega a Guayaquil en barcos y que “son importados como sustancias de limpieza”. Por eso no tiene restricción para ingresar.
Sin embargo, su venta está prohibida. Así lo señala Diego Tipán, de la Secretaría Técnica Nacional de Drogas. Él dijo a este Diario que el ‘popper’ está dentro de las sustancias ilícitas y que hay registros de que el consumo viene desde el 2012.
Sin embargo, la población que lo usa es “mínima” comparado con los consumidores de otras drogas como la marihuana y la cocaína.
En el segundo Estudio Epidemiológico Andino sobre el consumo de droga en universitarios ya se incluye al ‘popper’ como una de sustancia que consumen los jóvenes.
En marzo del 2013 en otra publicación se detalla que consumidores de otros alcaloides también podrían estar ingiriendo ‘popper’. Precisamente esa es la preocupación ahora: la mezcla con anfetaminas y droga de origen vegetal para generar efectos más fuertes.
Por eso, el contenido de los 40 frascos decomisados es analizado por peritos, pues solo la inhalación a gran escala podría generar daños irreversibles en los sistemas circulatorio, nervioso y en órganos como riñones e hígado.
De allí que en países como Reino Unido se prohibió su venta. En enero pasado, el parlamento británico aprobó una ley que prohíbe su uso y la comercialización.
En el Ecuador no se tiene un estudio específicamente de este producto ni tampoco quiénes son las personas que lo consumen. Lo que sí se conoce es que actualmente es comercializado en discotecas, reuniones y barrios exclusivos.
Antes de entregarlos, Jorge explica a los dueños de los locales cómo deben usarse. Les dice que cada frasco alcanza para cuatro inhalaciones y los efectos duran de 2 a 3 minutos.
Por ahora, en el país se investiga qué efectos podría ocasionar la combinación de ‘popper’ con otras sustancias ilícitas. Esto debido a que en el país las bandas de microtraficantes están especializándose en la venta de este producto.
Por eso se plantea iniciar controles periódicos en centros de diversión nocturnos para evitar que estas sustancias se propaguen en los jóvenes y pueda convertirse en un inhalante de uso problemático o que genere dependencia.
En contexto
La Policía dice que la banda que fue detenida el martes operaba desde hace 11 meses. En ese tiempo intentaron replicar e instalar una estructura comercial similar a las que hay en otros países. Ofertaban el ‘popper’ en fiestas privadas y clandestinas.