Pedro Saad Herrería. Foto: Archivo EL COMERCIO
Pedro Saad Herrería era de esos intelectuales de voz portentosa. Y eso se completaba sus virtudes intelectuales. Era casi imposible no sentarse a escucharlo. Sus ideas expresadas de la forma peculiar en que él lo hacía, hipnotizaba al auditorio.
Con su fallecimiento esta mañana 6 de junio, en Quito, por causa de un paro cardíaco, luego de luchar contra una larga enfermedad pulmonar, se une a una serie de pérdidas de grandes figuras de la vida política, cultural e intelectual del Ecuador. Y la izquierda ecuatoriana pierde a una de sus figuras clásicas.
Un hombre de izquierda convencido ideológicamente; además fue hijo de Pedro Saad, uno de los mayores líderes del Partido Comunista.
En abril, la logia masónica Voltaire le rindió homenaje en la Casa de la Cultura. En el portal masónico FenixNews, Guillermo Fuchslocher escribió así “como nuestro hermano Goethe pedía más luz, nuestro hermano Pedro parecería pedir más tiempo, no para él, sino para lo que él quiere dar a los demás, como lo ha hecho siempre, porque nunca ha dejado de anhelar y luchar por ideales, como gesto del espíritu hacia alguna perfección”.
A lo largo de su vida, Saad Herrería publicó libros como ‘Historias del pueblo de Guayaquil’, ‘Ecuador un país en imágenes’, ‘La caída de Abdalá’, entre otros. Desempeñó cargos como diplomático, ministro, y asesor presidencial de varios gobiernos.
Los restos de Saad serán velados en la funeraria de la Paz, en la avenida América y Veracruz, en el norte de Quito.