Un informe del Banco Central del Ecuador publicado el pasado 26 de julio del 2020 mide el impacto macroeconómico del covid-19 en el país. Foto: Archivo/ EL COMERCIO.
La pandemia ha provocado que entre marzo y mayo de este 2020 el Producto Interno Bruto (PIB) cayera el 3,8%, frente a igual período del 2019. Como consecuencia del deterioro de la economía, durante este tiempo se perdieron 335 413 plazas de empleo.
Las cifras son parte de un informe del Banco Central del Ecuador (BCE), publicado el pasado 26 de julio del 2020 y difundido en estos días, que mide el impacto macroeconómico del covid-19 en el país. El estudio se elaboró con asistencia técnica del PNUD, Banco Mundial e instituciones públicas.
Los problemas suscitados en los sector públicos y privados provocaron que entre marzo, abril y mayo la pérdida de empleo represente el 4,1% de la Población Económicamente Activa (PEA).
Solo en el área comercial se estima que se perdieron 105 469 plazas, seguido de la rama de transporte y manufactura, entre otros.
El BCE destaca que la tasa de desempleo nacional a diciembre del 2019 fue de 3,8%, “el efecto Covid-19 durante estos tres meses de análisis incrementaría la tasa de desempleo en 4,1 puntos porcentuales”.
Con menos ingresos por exportaciones e impuestos, se estima que las pérdidas totales sumaron USD 6 262 millones, entre marzo y mayo.
De ese monto, 5 248,5 millones corresponden al sector privado, siendo el comercio, transporte y turismo las actividades más perjudicadas.
Antes de la emergencia sanitaria, el Central proyectaba que la economía crecería el 0,7% al terminar el año. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, y otros factores, las estimaciones se tornaron negativas y ahora se prevé un decrecimiento que podría llegar al 9,6% del PIB.
Los ingresos petroleros se vieron seriamente comprometidos, puesto que se contrajeron en el 59,1% de marzo a mayo, con relación al mismo período del año pasado. El confinamiento por la pandemia contrajo la demanda de combustibles en el mundo, lo desplomó los precios internacionales. Además, se rompieron oleoductos importantes en la Amazonía, paralizando temporalmente el transporte de crudo.
Por otro lado, en medio de dificultades, las exportaciones no petroleras tuvieron un desempeño favorable, ya que en volumen crecieron el 9,9%.
Las importaciones también se redujeron el 2,8% como resultado de la paralización del aparato productivo local, así como a una disminución del consumo por parte de los hogares, que a su vez se ven afectados por aumento del desempleo y menos remesas desde el exterior, indica el BCE.
Dentro del sector público no financiero, la recaudación de impuesto registra USD 1 053 millones menos que de marzo a mayo del 2019. Frente a esta situación, el Gobierno ajustó los gastos, hubo menos inversión pública, se redujeron las remuneraciones, bajó la compra de bienes y servicios, así como la importación de derivados.