La mañana de este jueves 19 de agosto del 2021 continuó la búsqueda de osamentas, como parte de la investigación sobre la desaparición de Natalia Subía, maestra parvularia desaparecida el 15 de septiembre del 2018 en el barrio de San Juan.
Con maquinaria pesada se realizó la indagación en la quebrada del barrio Armero, atrás de la facultad de Educación Física de la Universidad Central del Ecuador, en el noroccidente de Quito.
La búsqueda de la docente ha sido un calvario para sus familiares, ya que las máquinas fueron llevadas al mismo sitio en donde se hallaron huesos de una pierna y el fémur de otra el 11 de julio del 2021.
Isis Subía, hermana de la profesora, indicó que junto a esos restos también se encontraron una licra y un zapato de color negro, de marca Converse, similares a los que Natalia llevaba puesta el día de su desaparición.
Esas evidencias fueron llevadas a los laboratorios de Criminalística para ser analizadas, pero los resultados todavía no han sido entregados a los familiares de la profesional. “Ese hallazgo no se produjo durante la búsqueda de nuestra familiar, sino dentro de una limpieza rutinaria que el Municipio hizo en la quebrada”, dijo Isis. “Escarbaron con maquinaria pesada y con el brazo metálico sacaron estos huesos”.
A raíz de ese hecho, los parientes de la víctima solicitaron a la Policía Nacional que inspeccione la zona y la maquinaria pesada fue llevada a la quebrada para limpiarla.
Isis Subía cuenta que también se hizo un tamizaje a la tierra donde se encontraron los huesos de una pierna y el fémur de otra. El resultado fue el hallazgo de seis huesos más que se analizan en Medicina Legal.
“Se hicieron más pericias para hallar restos óseos el 11 y 12 de agosto (…) Me indicaron que tras efectuar las pruebas de tamizaje e inspeccionar la zona con perros se encontraron más piezas de un esqueleto”, manifestó Isis Subía.
Los técnicos y antropólogos forenses explicaron a la familia de la víctima que los resultados de los análisis de los seis huesos serán entregados en 30 o 40 días. No obstante, Isis Subía espera que las conclusiones de las pruebas efectuadas a los huesos de una pierna y el fémur de otra ya estén listas, pues han pasado más de 30 días desde que fueron localizados.
Con pesar, los familiares de la profesora indicaron que la maquinaria se encuentra trabajando a pocos metros del otro sitio, en donde se halló una parte del cráneo de Natalia Subía en marzo del 2019. Específicamente, junto a las rejas de una alcantarilla de una pequeña cascada de aguas residuales.
El14 de noviembre del 2019, en el edificio de la Fiscalía General, en las avenidas Patria y Juan León Mera, la fiscal a cargo de las investigaciones en ese entonces dio la noticia a los familiares de que esas osamentas correspondían con el perfil de la desaparecida, luego de los análisis forenses y pruebas de ADN. Esta confirmación se dio ocho meses después de efectuar la búsqueda.
Las autoridades salieron de la sala y les dieron 10 minutos para que los parientes se desahogaran. Isis recuerda que lloraron y se abrazaron. No podían aceptar lo que sucedió, no entendían cómo una persona con tanta alegría había muerto y que todavía no apareciera el resto de su cuerpo.