Redacción Negocios
Ayer se nombró a dos de los miembros del Directorio del Banco del Instituto de Seguridad Social (IESS).
Una vez concluido el concurso de méritos y oposición, el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social se dio a conocer a los representantes de los afiliados y jubilados en este organismo.
Omar Enrique Serrano obtuvo 89 puntos, con lo cual alcanzó la delegación titular de los asegurados. En tanto, Fátima Salavarría, con 83 puntos, será la suplente.
La representación de los jubilados recayó en Bolívar Cruz (77 puntos) y Luis Efraín Cazar (76).
Julián Guamán, titular del Consejo de Participación, dijo que los cuatro miembros pasaron por cinco fases: de postulación, calificación de requisitos, de méritos, de impugnaciones y pruebas.
En este último se sometieron a examen de conocimientos. A más de ello, todo el proceso fue monitoreado por 20 veedores.
Los dos miembros designados podrán asumir sus funciones una vez que obtengan el visto bueno de la Superintendencia de Bancos (SBS). Se prevé que en un plazo de 10 días se complete este último trámite y asuman el cargo.
Este Directorio estará presidido por Ramiro González, actual presidente del Consejo Directivo del Seguro Social y también participará un delegado del Ejecutivo.
Los empleadores no tendrán ninguna representación en este Directorio.
Por otra parte, la actual Comisión de Inversiones del IESS se mantendrá en funciones hasta que el banco esté listo para desarrollar sus funciones.
El Banco se hará cargo de las empresas donde el Seguro tiene participación, para que se efectúen las inversiones, desinversiones o transferencias. Entre ellas está el Hotel Quito, las industrias Guapán, entre otras.
También podrá hacer transacciones en el mercado de valores del país e impulsará proyectos de inversión que permitan la construcción de planes habitacionales en los bienes que posee el Seguro Social actualmente.
De acuerdo con la Ley de creación del esta entidad, será un banco de primer piso de forma progresiva. Es decir, los afiliados tendrán la posibilidad de abrir cuentas de ahorro para acceder a servicios financieros, como depósitos de pensiones y concesión de préstamos quirografarios, hipotecarios y prendarios.
Y se deja abierta la posibilidad de que el banco se abra al público en general, una vez que autorice la Superintendencia de Bancos.