Redacción Guayaquil
Al igual que los partidos, los movimiento políticos deben contar con un registro detallado de simpatizantes para sobrevivir. Así lo señala el Reglamento para la Inscripción de Partidos y Movimientos, aprobado el mes pasado por el Consejo Nacional Electoral.
La misión de los movimientos será más sencilla. A diferencia de los partidos, que deben lograr una base de al menos el 1,5 % del padrón nacional (158 000 afiliados), los movimientos necesitan un registro de adherentes correspondiente al 1,5% del padrón de su circunscripción territorial.
Dos partidos políticos
Ayer se cumplió la convención nacional de la Izquierda Democrática. Estaba previsto que en la cita se decida si se cambia de color, número y logotipos a esa agrupación. Hasta el cierre de esta edición no se conocía el resultado de esa discusión.
Sociedad Patriótica empezó ayer el proceso de inscripción de simpatizantes en Quito. Desde el lunes último se cumplieron esos mismos actos en las provincias de la Amazonía.
La inscripción es encabezada por el ex presidente Lucio Gutiérrez y otras autoridades provinciales de Sociedad Patriótica.
Esa cifra se mantiene para los movimientos nacionales, provinciales, cantonales, parroquiales, regionales o del exterior. Por ejemplo, una agrupación de Pichincha requerirá 27 757 adherentes y si es de Guayas, 37 652.
En ese registro deberán constar los nombres completos de sus militantes, su huella dactilar y la aceptación por escrito de que desean adherirse al movimiento.
Enrique Pita, presidente de la Junta Electoral del Guayas, sostiene que el Reglamento no fija una fecha límite para la inscripción, pero señala que para presentar candidatos tienen que haber obtenido personería jurídica seis meses antes de un proceso electoral. El próximo será en 2013.
Uno que empezó esa tarea es el ex diputado socialcristiano Luis Fernando Torres. Actualmente, él busca consolidar un movimiento que tenga como campo de acción a Tungurahua, Pichincha, Chimborazo y Cotopaxi.
Cuenta con 2 000 líderes que se encargan de buscar adeptos en la región. Torres propone que el nombre de la agrupación sea Cambio, igual que el movimiento con el que intentó candidatizarse, sin éxito, a la Presidencia de la República en el 2009.
Se prevé que para finales de este año el movimiento esté constituido completamente. Torres afirma que pretende que su agrupación se convierta en una estrategia regional, la que desafíe al Gobierno. “Con una estrategia nacional pero sin fortalezas abajo está perdida la política”.
Otro que apuesta por esa iniciativa es Alfonso Harb, ex legislador y desafiliado del Partido Social Cristiano (PSC), quien alista su movimiento. Su agrupación se llamará Trinchera de la libertad, el mismo nombre del programa que dirige en radio Atalaya.
“Será un movimiento en base a criterios contrarios al socialismo del siglo XXI. Que aglutine a todas las personas que quieran luchar en pos de recuperar la libertad tan perdida”, dice Harb.