Fausto Segovia Baus
Las últimas elecciones efectuadas en la Universidad Central del Ecuador constituyeron un mensaje de esperanza para todo el sistema de educación superior en el Ecuador.
Pero también han habido otras señales importantes, como la nueva Constitución, el Mandato 14 y la formulación de nuevas leyes orgánicas de educación inicial, básica y bachillerato, y la de la Educación Superior.
En el primer caso existe una propuesta preliminar recogida desde la ciudadanía, por parte del Movimiento Ciudadano Contrato Social, y en el segundo, un proyecto, que tiene ya tres versiones, impulsado por la Senplades-Secretaría Nacional de Planificación para el Desarrollo-.
A lo anterior se añaden los informes del Conesup -Consejo Nacional de Universidades y Escuelas Politécnicas- y otro que prepara el Conea -Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación-, en función del Mandato 14, que obliga la realización de un diagnóstico integral de las universidades e institutos técnicos y técnológicos.
Algo muy saludable es la apertura a los debates para que la nueva educación no sea impuesta desde las alturas del poder, sino reflexionada y concertada por sus principales actores. EducAcción abre sus espacios en la línea de la responsabilidad social.
Los cambios en la educación son urgentes. En este contexto, el papel de las universidades es clave, sobre la base de la vinculación de la educación al desarrollo humano, pero sin apetencias políticas, privilegios ni atentar contra la autonomía universitaria.